¡HEY L!

23

La película terminó, salimos, y fuimos directamente a buscar un taxi, no escuché para donde íbamos, quiere que sea una sorpresa.

El taxi recorre mucho, ya tengo dos intrigas juntas. Una, saber para donde me lleva Leiner. Dos, saber la respuesta de Leiner.

Últimamente mi vida está girando mucho al rededor de Leiner, si no me hubiera ido creo que nos hubiéramos ahorrado todo esto, fui un idiota.

—Ya casi llegamos —dice, después de un largo trayecto en silencio
—¿Para donde vamos? —pregunto
—Vamos para un lugar muy especial —dice tratando de imitar el emoji de perversión

—Osea que vamos para... —digo para que el complemente la frase, no tengo ni idea para donde
—Para allá —y señala por la ventana, es un motel, ¡Dios mío es un motel!

Nos bajamos del taxi y entramos al motel, pide la habitación y subimos hasta allí, una vez dentro de la habitación comienza a besarme lentamente y con deseo

—Quiero que me demuestres todo tu amor de esta forma —dice —extrañé tanto esto

Comienza a quitarme la ropa mientras me sigue besando. Quedo solo en boxer y me tira a la cama, los agarra y los baja lentamente haciendo que la erección que tengo salga disparada

—Esta vez quiero hacer algo distinto —yo quedó un poco perdido —ya que estás en silencio y no dices nada, hoy cambiaremos roles

—Espere ¿Qué? ¿Cambio de roles? —digo un poco asombrado y asustado

—Si, ya tu palo se divertio una vez, ya es mi turno

Y sin decir más me voltea y quedó boca abajo, y sin una señal entra en mí, duele, pero al tiempo se siente rico, creo que es mejor que el siga siendo el activo y yo el pasivo, se mueve mucho, demasiado mejor de como yo lo haría alguna vez.