-Él es como tú-Robert murmuró bajo y Maya frunció el ceño, vio a Dano y luego a Robert. Después de unos segundos de confusión, la molestia se dibujó en toda su cara.
-¿No te estás yendo un poco por la borda?- ¿era posible que aquel sujeto descarado, después de afirmar que ellos eran una pareja destinada, ahora pretendiera añadir a Dano a la ecuación? Robert entendió rápidamente que el enojo en el rostro de su pareja no era otra cosa que celos y casi sonrió de satisfacción. Si la situación no fuese tan complicada sin duda lo usaría a su favor.
-No conmigo bebé...- le habló a la mente, temiendo que su conversación pusiera incómodo a Dano. Entendía más o menos cómo debía sentirse el hombre en esos momentos, aunque saber que era el Ex de su pareja lo ponía loco de celos, también era capaz de notar el aroma de un alfa sobre el chico, eso era suficiente para mantener a su lobo a raya y para despertar la comprensión en su corazón humano. Ese pobre muchacho debía estar la mar de confundido-. Creo que tu ex, es la actual pareja de otro lobo- explicó.
-Dijiste que los lobos no podían lastimar a sus parejas- le reclamó mentalmente y Robert se encontró indefenso contra el enojo de su pareja.
-No creo que lo dañara, pero un alfa y un beta como yo somos diferentes, vayamos a otro sitio. Te lo explicaré cuando salgamos de aquí- prometió.
-A ambos- corrigió Maya, Dano también merecía saber que pasaba.
-Ya veremos...- Robert no estaba seguro de si explicarle sería una buena idea. Decirle lo que sucedía era trabajo de su pareja... no estaba seguro de que el alfa que había marcado a Dano se tomara a bien que otro lobo se tomara semejante libertad.
Robert se encargó de sacar a Dano discretamente de la estación y salieron rumbo a su departamento. Nada más entrar Robert soltó un gruñido molesto.
-¿Qué sucede?- Maya preguntó desconcertado.
-El aroma de ustedes dos mezclado impregna todo el lugar... a mi lobo no le gusta- se quejó. En otro momento quizá su lobo querría destrozar el cuello de Dano, pero desde que éste tenía la marca de un alfa, su lobo solo estaba molesto.
-He tenido más parejas que Dano, Rob, supéralo- le regañó, no es que no entendiera del todo lo que le sucedía a Robert, pero si él comenzaba a ceder solo porque Rob era un lobo temía que terminara tratándolo como si no fuese humano.
-Eres cruel pareja- se quejó Rob y Maya le medio sonrió haciendo que se sintiera mejor. Maya llevaba rechazándolo desde que se conocieron pese a que su alma estaba destinada a la suya. Sabía que era porque se sentía culpable por haber lastimado a Dano y de haberlo casi engañado cuando aún estaban juntos. Si lograba que Dano aceptase felizmente su emparejamiento con su alfa estaba seguro de que sería la solución a la resistencia de Maya a estar con él.
-¿Es él?- Dano preguntó apático, viendo a Rob y después a Maya. Entendió lo que quería decir y vio de reojo a Rob asintiendo despacio. Dano llevo su mirada de Rob a Maya y de Maya a Rob y suspiró- ¿por qué no están juntos?- él podía decir que aquellos dos no parecían haber comenzado a salir y no era por falta de ganas, de eso estaba seguro.
-Hey, no desvíes el tema- Maya tomó una silla y se la dio a Rob para después tomar otra y sentarse ambos casi frente a Dano.
-¿Así que ahora viene la parte del interrogatorio?- Dano se echó el cabello desordenado atrás y Rob torció el rostro. Dano era un hombre extremadamente apuesto, del tipo de modelo de revista, muy diferente a él mismo, ¿cómo era posible que el tipo de hombre que le gustaba a su pareja fuese tan diferente de él mismo? No lo comprendía-. ¿Entonces cómo es esto?- Dano suspiró viéndolo- ¿Debo quitarme la ropa para que Maya la analice antes o después de que tú me interrogues?- Dano preguntó con voz parca. Conocía a su amigo, estaba seguro de que no permitiría solo que dejara pasar el asunto si creía que había sido abusado, el problema era... ¿cómo podría confesar que había estado demasiado perdido en el placer como para darse cuenta de lo que sucedía?
