15. NO ES DIVERTIDO

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Marinette sintió como su intimidad se resentía por las palabras de su compañero, humedeciéndose con un leve hormigueo reclamando porque la satisficieran.

Sus ojos escudriñaron el perfecto y entonces perverso rostro del joven Agreste, deleitándose de la traviesa expresión que se apreciaba en sus sensuales rasgos, ansiando que la tomara entre sus brazos y cumpliera con su osado cometido.

- ¿En tu casa o en la mía?

Adrien abrió los ojos desmesuradamente, mirándola de hito en hito, sin perder detalle de su apariencia tierna mancillada por un deje de perversión, que intentaba camuflar con el tímido sonrojo de su rostro.

- La mía.

El varón sujetó firmemente la mano de la euroasiática, tirando de ella fuera del parque a un paso apresurado e impaciente, sin prestar atención a la gente que los rodeaba.

- ¿En verdad vamos a... ya sabes? - cuestionó la chica algo cohibida-
- Tú no lo sé, pero yo estoy dispuesto a hacerte gritar hasta que bajen los mismísimos dioses del Olimpo. - ladeó la cabeza, regalándole una sonrisa ladina- ¿responde eso a tu pregunta, bichito?
- S-sí.

Y ahora siento que hablé demasiado rápido.

- Haces mala cara... - notó a la vez que aminoraba el paso- ¿Ocurre algo?
- Sí.

Por favor, que no me pregunte.

- ¿Qué te pasa? ¿Qué es lo que te preocupa?

Auch. Mejor no te molestes en desear nada, si sabes que la suerte no está de tu parte.

- Tengo miedo de que eso no quepa o me haga daño.
- ¿Cuándo dices eso te refieres a mi...?
- S-sí, sí. No hace falta que lo digas.

Sus labios se curvaron en una sonrisa socarrona, acogiéndola entre sus brazos en un espontáneo abrazo en medio de la acera, provocando que ella se tensara por el repentino acercamiento y la lascivia que destilaban sus esmeraldas.

- ¿Q-qué haces?
- Abrazarte

Y ponerla más nerviosa de lo que ya está. Irás al infierno, Agreste.

- Pu-pues deja de hacerlo, me estás poniendo más nerviosa.
- Relájate, bichito. - comentó, tratando también de convencerla- no muerdo, solo soy un dulce gatito.
- ¿Dulce? ¿O pervertido?
- Puedo ser todo lo que tú quieras que sea.

Varias personas pasaban por su lado, algunos no pudiendo evitar volver la vista a la pareja, que tan acaramelada se abrazaba ajena al resto.

- Adrien, nos están mirando. - musitó avergonzada al sentirse tan expuesta-
- Qué excitante.
- ¿Pe-pero qué dices? Es vergonzoso.

Adrien se separó ligeramente de ella, dejando que recuperara la respiración y la compostura, posando la vista en su silueta mientras ella se acomodaba la ropa y lo observaba recelosa.

- ¿Y ahora qué es lo que pasa por tu retorcida mente de gato pervertido?
- Que verte así de nerviosa hace que aún te desee más.

Él hizo ademán de volver a aproximarse, con sus manos dirigiéndose de nuevo a las de la muchacha con una actitud desinhibida.

- ¿Marinette?

El rubio se detuvo al escuchar la voz de un tercer integrante a sus espaldas, girándose lentamente para ver de quién se trataba.

La madre que lo parió. Otra vez éste no.

- ¿Luka? - saludó la pelinegra en un hilo de voz, viendo como el chico se acercaba a ambos, ignorando a su acompañante- ¿Qué haces tú aquí?

[+18] I CAN'T LIE - Adrinette/Ladrien/Ladynoir/MarichatWhere stories live. Discover now