Capítulo 3: Se rompió.

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Los relojes son aparatos milenarios que nos indican un momento. Al principio solo podíamos diferenciar del día, lleno de luz y calor, y la noche, llena de oscuridad y frialdad, pasaron décadas o siglos como para que notáramos la diferencia entre el alba, el mediodía, la tarde, el crepúsculo y el anochecer, con cada paso en la civilización que dimos, el reloj avanzo con nosotros al grado que nos da exactamente la hora con milisegundos, segundos, minutos y horas. Cuando Danny era más pequeña su abuela, era una persona de una empatía tan grande como su voluntad de aprender, pasaba horas narrando cuentos y leyendas que memorizaba para ella, Danny era su única nieta y por eso aprovechaban todos los momentos que tenían juntas. Una de las leyendas que le había contado la Abuela Luz decía exactamente así:

"En una provincia, no muy lejana ni muy cerca, vivía un relojero muy viejo que tenía un joven aprendiz, el joven aprendiz sabía que algún día asumiría el cargo de relojero, pero él no quería serlo, estaba enamorado de una doncella que era violinista, así que cada vez que tenía oportunidad iba a verla tocar en el gran teatro de la ciudad. Un día el viejo relojero le dio como cargo cuidar que el reloj padre no perdiera su hora exacta, debía vigilar cada segundo para que fuera siempre exacto. El joven se aburría demasiado y pensó que podía dejar su trabajo e ir por su doncella. Cuando llego a ver a su amada violinista vio que estaba dormida, era mediodía y no entendía porque tomaba aquel sueño y menos en el suelo del teatro, cuando recordó su tarea <<Vigilar cada segundo exacto del reloj>>. Comenzó a correr con tanta prisa que la brisa que tocaba se convertía en sereno, las flores se marchitaban, las vacas dormían y los gallos cacareaban, nadie sabía que horas eran sin su reloj padre, a tiempo. Abrió la puerta del taller y comenzó a dar cuerda para que este funcionara pero solo saltaban tuercas y alambres ¿Qué había hecho? Pues, para consecuencia del joven, se adelantó tanto el tiempo que todo había cambiado y ahora era un anciano, miro a su alrededor vio el taller... ¡y el reloj padre daba la hora que correspondía! los niños brincaban y jugaban todo estaba bien pero, ahora él, es el viejo relojero."

Cuando Danny había terminado de escuchar la historia de su abuela estaba estupefacta, no supo que decir solo se quedó en silencio pensando todo, trataba de entender ¿Qué había que hacer entonces para no ser el viejo relojero? Nunca llegar tarde, siempre estar con el tiempo que te daban y solo así, el tiempo no te iría a castigar como al joven, de esa manera, adquirió un buen hábito de llegar temprano siempre.

Luego de unos años o exactamente ahora para ser breves, por segunda vez Danny había llegado tarde y era culpa de su gato Roman que parecía estar enfermo, cuando Roman se enfermaba, Danny le decía a su madre que sentía mareos y nauseas para poder cuidar a Roman y vigilarlo todo el día, no era un mentira muy grande solo blanca pero si le decía la verdad a Margerett diría algo como "-Un gato tiene siete vidas ¿no? Lo encontraras en su segunda o cuarta vida y le pondrás Roman dos y ya está. Pero no tu registro de asistencia, ese si tendrá un enorme espacio en blanco y al lado la estúpida palabra de ausente, dañarías tu imagen ¿lo sabes? Como consecuencia también la mía, así que no." Sí, eso diría o quizás con más regaños pero habitualmente siempre sentía que cuando la palabra "No" se avecinaba comenzaría un sinfín de cuentos y razones o más bien, regaños para Danny.

Por eso esa mañana Danny trataba de ver que le sucedía a Roman porque no podría faltar por nada el primer día, quisiera o no, eso no sucedería. Roman parecía curioso, esos ojos azules solo decían "acaríciame" si era solo eso entonces podría irse rápidamente, pero mientras buscaba aquella llave azul marino Roman salto a su mochila y chillo durante quince minutos, ¿agua? ¿Comida? No y no, ¿Caricias o mimos? ¿Un juguete? ¡Tampoco! Roman solo quería que Danny hoy, si, hoy, justo hoy llegara tarde, ¿Por qué? Porque los gatos son caprichosos y consiguen siempre lo que quieren, pero entonces ¿Qué quería?

Un día lluvioso.On viuen les histories. Descobreix ara