Lonely ღ Taekook [ Two Shot ]

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Por favor, LEED la nota del final para saber el por qué escribí esto.

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Taehyung's POV.

Balanceo mis pies en el aire mientras observo la ciudad de Seoul a mi alrededor. Miro las luces encendidas y luminosas, de diferentes colores, llegando a quedarme pensativo pero sin ningún pensamiento real en mi mente.

Miro mi móvil de nuevo por la insistente llamada de mi novio, sin embargo, aunque me veo decidido a responder, no lo hago. Rechazo la llamada, por décimo sexta vez, y comienzo a pensar en los últimos años de mi vida.

Hace tres años fui feliz. Fui feliz gracias a la confesión que Jungkook me hizo. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer, recuerdo como me llevó a jugar a los bolos y me dejó ganar. Él siempre fue el mejor en ese juego porque iba después de clase a jugar solo para mejorar, para lograr ganar a todos los que algún día le acompañaran. Pero no conmigo. A mí me dejó ganar.

Sonrío al recordar su cara inocente en cuanto le pillé jugando mal a propósito para así dejar que me pusiera feliz al ganar. No me enfadé. En realidad me pareció algo tan lindo que besé su mejilla con entusiasmo. Y aunque luego me dio demasiada vergüenza mirarle a la cara, valió la pena.

Después de eso me llevó a cenar una pizza casera tan rica, que si me esfuerzo un poco, todavía logro acordarme del sabor tan bueno que tenía. Sus palabras al terminar de cenar, resuenan en mi cabeza como el detonante para hacerme conocer lo que era la verdadera felicidad.

Su 'me gustas, hyung' me sorprendió de tantas maneras posibles que prácticamente olvidé lo que era respirar. Si no fuera porque él estaba a mi lado, mirándome asustado por mi respuesta, me habría caído de culo; o incluso mi corazón hubiera querido salir volando de mi pecho ante tal confesión.

Mi respuesta fue comenzar a llorar. Nunca pude creer que le llegara a gustar a alguien. Siempre creyendo lo peor de mí, criticándome en mi mente... Simplemente lloré por la felicidad de que alguien como Jungkook se hubiera fijado en mí.

Él me abrazó y consoló durante al menos dos horas. ¿Qué otra persona hubiera soportado lágrimas y mocos en su ropa durante tanto tiempo? Seguramente nadie. Cuando recordé que debía responder con palabras, le dije que también me gustaba y que quería salir con él por siempre. Me sonrió ampliamente, enseñando sus dientes felizmente y besó mis labios, fue solo un roce porque éramos inexpertos, pero fue lo más puro y dulce que nadie me había dado nunca.

El primer año de nuestra relación fue muy bueno, tanto que olvidé que a parte de él, tenía una vida donde debía estudiar. Jungkook siempre fue demasiado inteligente para ser real y aunque me negué cientos de veces, intentó ayudarme a estudiar. Y digo intentó, porque al final no sirvió de nada... Él pasó de curso y yo me quedé atrás, sin gente conocida y asustado por estar rodeado de desconocidos.

Sin embargo, hice un amigo el primer día de clases. Hablábamos en algunos momentos e incluso a veces estudiábamos juntos, porque aunque estuve asustado el primer trimestre del curso, logré alcanzar a entender las explicaciones y aprobé con las mejores notas que había tenido nunca.

Jungkook y yo nos veíamos en los descansos y después de clase íbamos juntos hasta nuestras casas, las cuales estaban cerca de la otra. Cuando tenía exámenes no le veía por días, pero siempre nos quedaban las charlas nocturnas a través de nuestros teléfonos. Sabía que nuestro amor era puro y no iba a dejarme solo por estar ocupados. No me equivoqué.

Pero entonces algo pasó en mi casa. Un día llegué y vi a mi madre llorando desconsoladamente en la cocina. Me asusté mucho porque nunca la había visto llorar frente a mí sin intentar ocultarlo.