Capítulo 26

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Jamás, y repito, jamás había experimentado algo así.

Después de eso nos pusimos la ropa y le llevé a mi casa. Tenía que ducharme y ponerme ropa nueva.

De camino él me habló de donde quería ir cuando tuviera más edad.
-- Después de ir a Miami quiero visitar Dubai o algo así ¿sabes? Mis padres me han dicho que cuando acabe el curso podré hacer el viaje que yo quiera y a lo mejor solo.
No entendía porque decía "mis padres" lo detesto, ella no es su madre es una... Asquerosa, nada más que eso y no se merece que la llamen "mamá"
Y también me quedé flipada
--¿Cómo que "a lo mejor solo"? -- le pregunto.
Aparta la mirada de la ventanilla y me mira.
-- Ya sabes cómo son mis padres, probablemente me lleven con un guardaespaldas o algo así.
Vuelve a mirar fuera y apoya la cabeza en su mano.
-- Oh por dios Jules, no digas "mis padres" porque la única que es así es tu... Madre.
Hasta decirlo me resulta asqueroso.
-- Tienes razón.

Aparco en el garaje de casa y salgo.
Bloqueó el coche y saco las llaves para abrir la puerta. Respiró hondo y la abro.
Un olor a cebolla en la sartén me golpea nada más entrar. Abro la puerta apresuradamente, pues dudaba que mi madre se hubiera puesto a cocinar.
Salgo disparada hacia la cocina y abro la puerta. Allí estaba Mel, con mi delantal puesto y cocinando algo.
-- Me has dado un susto de muerte -- le digo.
-- Hola a ti también.
Me acerco a ella y le doy dos besos.
Cuando me giro para ir a por Jules me pega en el culo.
-- ¿Qué tal te ha ido con...? -- se calla al ver que entra por la puerta-- Hola.
Él le sonríe y saluda con la cabeza.
-- Hola.
Mel me sonríe y se acerca a él. Le da dos besos y se presenta.
-- Soy Melody, me puedes llamar Mel. He oído hablar mucho de ti.
-- Ah... Eh... Yo soy Julián, me puedes llamar Jules.
-- Ajá.
-- Bueno, ¿Qué estás haciendo de comer? -- le pregunto a Mel.
-- Pues estoy haciendo espaguetis.
-- Perfecto, eh vamos a subir a ducharnos y eso. -- le digo.
Ella me mira y me guiña un ojo.
-- Claro, tardar lo que queráis, yo estaré aquí comiendo.
Subo las escaleras hasta mi habitación. Cuando Jules entra le levantó un dedo en señal de que espere un momento allí.
Salgo de la habitación y entro en la de mi madre. Está sentada mirando fotos de nosotras de pequeñas.
Me siento a su lado y le cojo la mano, la tiene fría así que se la guardo debajo de la sábana.
-- ¿Cómo estás mamá?
Ella me mira y me sonríe.
-- Hambrienta.
Le sonrío y le paso la mano por la frente.
Salgo de su habitación para ir a la mía, donde Jules me esperaba para ducharnos.
Le sonrío y le cojo del cuello para llevarle hasta baño, que está a unos cuantos pasos por detrás de mí.
Entro en el baño y me quito la camiseta mientras abro la llave y un chorro de agua fría me choca en el brazo. Lo quito rápidamente de dentro y me concentro en quitarme los pantalones.
Cuando me levanto veo que Jules me está mirando como si fuera un monumento histórico o algo parecido.
-- ¿ Qué pasa?
Niega con la cabeza y comienza a desabrocharse el pantalón, luego se quita la camiseta y me sonríe mientras me coge por la cintura y me acerca a él. Me da un beso en los labios y luego nos metemos a la ducha, el agua ya está calentita y noto como resbala por mi cuerpo. Me separo el pelo de la espalda para que también se moje cuando noto las manos de Julián que me acaricia la espalda resbalosa.
Me abraza y pone la cabeza en mi pecho y me besa allí donde alcanzan sos labios.
Sonrío y le abrazo también.

Y así, sencillamente, juramos protegernos el uno al otro.
Pasara lo que pasara.

Me enjabonó el pelo y me lo aclaró, yo le hice igual y luego nos limpiamos el cuerpo mientras el agua nos caía sobre la cabeza.

Salimos de la ducha y me enrrollé una toalla el pelo. Me ayudó a secarme la espalda, dándome besos sobre dónde pasaba la toalla.
Nos vestimos, y como el no tenía ropa seca o si sal, le dejé uno de los trajes de mi padre. Le valdría grande pero bueno.
Bajé y vi la mesa puesta, hacía mucho tiempo que no la veía puesta.
Mel salió de la cocina con una olla enorme y la dejó encima de la tabla de madera que estaba en el centro. Se sacudió las manos y me vio allí de pie.
Se acercó dando saltitos y me abrazó.
--¿ Tienes hambre? -- me pregunta.
Asiento y la sigo hasta la mesa, donde esperamos a que Jules baje.
Le cuento lo que hemos echo en la playa mientras que esperamos y se emociona muchísimo.
Oímos que baja alguien y miramos a la vez como Jules baja con el traje de mi padre puesto, las manos en los bolsillos y el pelo revuelto de la ducha.
Casi se me cae la baba.
Mel me pega una patada por debajo de la mesa y yo me giro rápido.
La toalla del pelo se me cae y mis pelos de loca salen a la luz.
Me lo intento peinar un poco y lo dejo suelto para que se seque solo.

Jules se sienta con nosotras y empezamos a comer.
Los espaguetis estaban riquísimos. Me levanté un poco de la mesa para ver dónde estaba el queso.
-- ¿Me pasas el queso por favor?
Jules lo coge y se lo da a Mel, que me lo da a mí.
Echo una gran cantidad de queso y sigo comiendo.
Comemos en silencio, como se nota que tenemos hambre.
Cuando termino me limpio la boca con la servilleta y me escurro en la silla, tacandome la barriga.
-- Creo que he engordado 4kilos más-- digo.
-- Yo 6-- dice Jules.
-- Esque os habéis comido todos los espaguetis, he echo un montón. -- dice Mel.
La miramos y nos reímos.
-- Bueno y ahora qué vas a hacer?
Miro a Jules y luego al reloj de la pared. Son las 17:16.
-- Tenemos hora en el dentista para que a Jules le quiten los aparatos a las 18.
-- ¿Puedo acompañaros?
Levanto una ceja y la miro.
-- ¿Te has peleado con Max?
Ella niega con la cabeza.
-- No, pero está entrando y me ha pedido que vaya pero le he dicho que tenía que hacer cosas contigo. -- me mira a mi y luego a Jules, y otra vez a mi -- Porfi porfi Allison no quiero ir a ver aburridos partidos de fútbol.
Me empiezo a reír y me encojo de hombros.
-- Sí, claro ven ¿Porque no?-- miro a Jules y el también se encoje de hombros.
-- ¡Bieeen! Pues vamos. -- dice Mel poniéndose en marcha.

Dolor y mas DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora