V E I N T I N U E V E

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Hola, ¿Siguen ahí? :'v

***

Suspiré con cansancio a la vez que bajaba las escaleras con suma pereza, mis pies descalzos e hinchados eran arrastrados sin mucha fuerza. No había dormido bien en los últimos dos meses, mi abdomen se encontraba un poco más grande y se sentía pesado.

Lo único bueno era que me encontraba sólo en casa, mamá no estaba, así que podría comer lo que quisiera.

Llegué al final de las escaleras y me dirigí a la heladera. Habia una pequeña tarta de duraznos que mi madre había hecho en la mañana, la tomé, la coloqué en la meza y en menos de diez minutos terminé de comermela, aún tenía hambre, pero no había nada más que quisiera comer, no en casa.

Tenía algo de dinero guardado que Samantha me había dado por si ocurría una emergencia y ella no estaba, tenía hambre, ¿Eso cuenta como emergencia, verdad?

Hurgé en el bolsillo de mis pantalones azules y saqué algunos billetes, seria suficiente para comprarme comida.

Me levanté con pereza, me miré algunos segundos en el espejo de la entrada, arreglé mi cabello un poco, no me veía tan mal, es decir, llevaba una pequeña barriga, casi invisible. Para estar embarazado aún me veía lindo, un poco al menos.

Suspiré. No estaba seguro de que alguien más pensará lo mismo, ahora, ningún Alfa me vería con ojos encantadores o dulces, ni siquiera un beta.

Me sonreí a mi mismo, eso no importaba realmente, después de todo había rechazado ha más Alfa a y betas de lo que podría contar con los dedos de mis manos, durante las primeras semanas de embarazo mi madre había traído a hombre para que me cortejaran, pero ninguno me atraía ni siquiera un poco, después de todo, mis ojos, mi cuerpo y mi corazón sólo reconocían a un hombre, a mi alfa, al padre de mi hijo.

Desvíe la mirada del espejo, no debería seguir pensando en el. Debería dejar de soñar con su sonrisa. Debería dejar de pensar en sus manos, en sus cabellos y en sus ojos.

Debería, pero no podía.

****

Llegué al supermercado principal, sólo ahí podía encontrar todo lo que quería.

Sonreí, hace mucho no salía de casa.

Caminé un poco, recorriendo los pasillos llenos de comida y dulces, tomé algunos y los coloqué en el canasto que colgaba de mi brazo.

Me tomé mi tiempo mientras elegía que llevar, no tenía apuro, estaba disfrutando de la pequeña libertad que tenía después de dos meses de estar encerrado.

Estuve unos treinta minutos dando vueltas, hasta que le decidí ir hacia la caja, recibí algunas miradas encantadoras de varios alfas, me confundí un poco hasta que lo recordé, mamá me daba unas pastillas para ocultar mi aroma, para que nadie descubriera que había quedado embarazado sin ser marcado.

Sentí una mirada insistente que venía desde atrás, me incomodaba, hacia que mi piel sintiera escalofríos, mis manos comenzaron a temblar y mi cuerpo empezó a sentirse caliente.

Sabía que no debí voltear, mi sentido común me lo rogaba.

Pero mi cuerpo no obedeció, mi cabeza giró y se enfrentó a unos fríos ojos verdes.

- H-Harry...

❝ My Alpha ❞ [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora