Cooky

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Estaba tan cansado, pero seguía praticando. Tenía que mejorar sus pasos. Hoseok y Jimin le dijeron que estaba exagerando, pero él no lo creía así. De su cabello escurrían pequeñas gotas de sudor, al igual que de su cuello. Tomó una botella de agua y bebió, nada se había sentido tan bien.

Decidió que era suficiente. Secó su sudor y regresó a casa en compañía de Hoseok y Jimin. Moría de hambre y sueño, pero primero se daría una ducha; odiaba la sensación del sudor por todo su cuerpo pues causaba que se sintiera pegajoso.

—Iré a dormir —dijo Jimin, al entrar al departamento, mientras frotaba sus ojos.

—También yo —contestó Hoseok y subió las escaleras con su mano entrelazada con la de Jimin.

Jungkook también subió, con cansancio. Tomó una ducha rápida y se dirigió a su habitación con la intención de tomar una siesta. Agarró un par de bóxers y se los colocó.

Un bostezo salió de sus labios; el cansancio atacándolo de nuevo. Jungkook se estiró hasta tronar su espalda y se dirigió a su cama.

Cuando estaba apunto de aventarse a su cómodo colchón, dispuesto a dormir como bebé, se encontró con una pequeña sorpresa de nombre Taehyung. El menor se preguntó qué hacía su hyung ahí, aunque la respuesta llegó casi inmediatamente.

Namjoon hyung debe estar ocupando la habitación, con eso de que está remodelando su estudio.

―TaeTae hyung ―llamó, mas no obtuvo respuesta.

Taehyung se hallaba en posición fetal sobre la cama del maknae, abrazando el suave cojín de Cooky que su amigo tenía. Su cabello grisáceo caía por su frente, cubriendo su ojo derecho. Sus rojizos y atractivos labios estaban ligeramente separados, sus mejillas levemente coloradas. Para Jungkook era una imagen realmente tierna; una verdadera obra de arte.

Jeon, sin muchas ganas, sacudió suavemente el hombro de su hyung en un intento por despertarlo, pero no funcionó.

Jungkook notó que su hyung murmuraba entre sueños, mientras acercaba más el cojín hacia sí. Su corazón latió rápidamente y se sintió lejos de la realidad, sin comprender del todo la razón.

No supo cómo o por qué, pero quitó el cojín de entre los brazos del mayor y lo aventó lejos, provocando que chocara con la pared. Jungkook adoraba la pequeña almohada de su preciado Cooky, mas en aquel momento poco le importaba.

Retiró la cobija que cubría la cama, con cuidado de no despertar a Taehyung, y se metió en su cómoda cama, tapándose a él y a su hyung.

Tomó entre sus brazos a Taehyung y lo acercó a su cuerpo, rodeándolo con sus brazos y agarrando el delgado brazo de su hyung para colocarlo sobre su torso. La calidez que emanaba Taehyung era tan acogedora.

Una vez que estuvieron acomodados, Jungkook dirigió su mano hacia el cabello de su hyung, acariciándolo. Besó sus párpados y su frente antes de cerrar los ojos, el cálido aliento del contrario chocando contra su pecho descubierto.

Sintió a su amigo removerse entre sus brazos, buscando cercanía. Con una sonrisa en los labios, Jungkook lo acurrucó aun más en su pecho.

Recargó su mentón en el suave cabello de Taehyung y aspiró, el dulce y fresco aroma de su perfume se hizo presente. No sabía qué aroma era exactamente, pero le fascinaba porque provenía de Taehyung.

En su camino al mundo de los sueños, Jungkook fue capaz de oír el sonido de una cámara e inconscientemente sonrió ampliamente. Estaba seguro de que era Jimin quien lo estaba fotografiando, era algo propio de él.

El golden maknae tardó poco en quedarse dormido en aquella cómoda posición. La paz que desprendía Taehyung lo consumió, llevándolo a un profundo y hermoso sueño.

Aquella tarde, Jungkook descubrió que no quería estar en otro lugar que no fueran los suaves brazos de Taehyung.

¡Fuera, Cooky! [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora