9. Toda acción tiene un precio

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Nota del autor: reproducir la canción más adelante, cuando lo señale, disfruta el capítulo.

Narra Ethan

Miércoles y es tercera hora, me toca literatura, la profesora lleva enferma como dos semanas por lo que nos juntaron con otra clase, la cual van Mía y Eileen, me aburré esto, lo mío es historia o química.

-Chicos -Habló la profesora- les mandaré a hacer un informe de capítulos de un libro a mi elección en parejas -Empiezan las murmullos y logro ver a Mía junto a Eileen, abrazándose- pero las elegiré yo -Todo el salón reclamó- silencio.

-Genial -Murmuré. La vieja profesora comenzó a dar las parejas.

-...Grey y Benneth -Dijo y pude ver a Mía refunfuñar- Wiliams y Brown, De Luca y Young, Miller y Relish- miré a la chica castaña que se levantó donde la profesora y algo le dijo- ¡Miller ven!- me llamó y me acequé- sucede que la señorita Relish tiene un permiso para faltar la semana que entra, ¿Podría hacerlo con ella como ella lo estime conveniente o prefiere otro compañero?

-Profesora, yo también tengo deberes, así que prefiero que me asigne otro compañero -Por lo que la maestra asintió.

-Entonces Miller y... Carls -La miré y ella a mí, por lo que sonreí, Mía codeo a su amiga. Escuché el grito de alguien, Mía se giró y levantó y subió las cejas sucesivamente insinuando... no sé qué, pero algo está insinuando esa niña.

Sonreí divertido y me acerqué a ellas.

-¿Puedes hoy? ¿Después de clases en mi casa? -Consulté.

-Eso creo -Se encogió de hombros- ¿Para cuándo es el trabajo?

-El Miércoles -Dijo Mía.

-Entonces está bien.

-Te llevo yo -Le sonreí- hasta luego y volví a mi asiento.

Narra Emma

-¡No puedes estar haciendo lo mismo! -Pataleé y me removí incómoda.

-Vaya que puedo -Rió.

-¡En serio necesito volver a francés! -Le pegué en la espalda- ¡No debo faltar a clases, no soy como tú!

-No, no eres como yo, pero no tienes más opción -Dijo avanzando por los pasillos hacia la puerta principal.

-¡Bájame ahora! -Lo pateé pero ni se inmutó.

-Te lo dije una vez y lo repetiré solo por esta ocasión, Mcmichael, quédate tranquila, que cada vez tengo tú trasero más cerca de mi cara y dudo que quieras que haga algo más que se me antoja.

-¡Bájame ahora! Me seguiré moviendo, si no me bajas -Dije entre molesta y ofendida.

-Créeme que si no te dejas de mover haré lo que me plazca y tan solo diré que la vista está bien de este lado.

- Jódete, eres un idiota -Dije al quedarme tranquila- lástima que lo que tienes de guapo no lo tienes de cerebro, inútil.

-Me dijiste guapo, gracias linda -Rió- y tú tienes un lindo trasero.

-¡Deja de mirarme el trasero, James! -Le pegué en la nuca pero lo ignoró.

-¿Quieres que te baje? Bien -Me soltó dejándome caer al suelo, ¿Y este que se creé? Es un idiota.

-¡Tarado! -Dije masajeando mi trasero que impactó contra el asfalto.

-Gracias -Rió- ven acá -Extendió su mano y yo la cogí con desconfianza.

Ni borrado ni olvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora