Capítulo 10

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El ascensor hizo un sonido y un movimiento raro de pronto.


-¿Te has leído cincuentas sombras de grey? –Le pregunte acordándome de la parte del beso desenfrenado del ascensor en aquel libro-

-Ni se te ocurra –me dijo mirándome amenazante-

-¿Hacer qué?

-Besarme de esa manera en el ascensor –dijo y reí-

-¿Por qué?

-Porque me dejarías con las ganas y quería sacármelas en seguida, y en promedio un ascensor no dura todo el tiempo que querré disfrutarte


He de admitir que al principio esos comentarios morbosos no me gustaban en lo mínimo, me hacían recordar a ese tipo de comentarios desagradables que nos dicen a las mujeres algunos hombre cuando vamos por la calle, pero de Justin me he llegado a acostumbrar a ese tipo de comentarios, además de que me gusta la manera en que me los dice.


-¿No te cansas de hacerme ese tipo de comentarios?

-¿No te parecen románticos? –Pregunto entre risas- a mi si, además es la verdad –dijo mientras se encogía los hombres-, apropósito, algún día deberías hacerme un oral en un lugar público –me lo quede mirando sin saber que decir-piénsalo, sería maravilloso


Las puertas del ascensor se abrieron dando al enorme restaurante del hotel.


-Esto podría ser un buen lugar –dijo mientras caminamos hacia el bufet-

-Oh Dios –dije mientras me pegaba en la frente con mi mano- ni en sueños

-En mis sueño te practico el Kamasutra completo –me quede callada cuando vi que uno de los chef se quedó callado mirándonos al oír eso, Justin lo miro mal- ¿Qué miras?

-Yo... nada –el joven camino hacia el otro extremo mientras yo no podía más de la vergüenza-

-Mejor cállate, y toma tu desayuno –le dije regañándolo-

-Disculpe –le dije a otro de los chef que había en el lugar- ¿Cómo hago para pedir unos huevos?

-Los que te hacen falta, ¿verdad? –le dije despacio para que solo el oyera y de una siento un golpe en mi trasero de lo cual no pude evitar reír-

-En seguida se los preparo, ¿y su hija que desea? –le pregunto a Justin y la risa salió de mi boca de forma involuntaria mientras Justin permanecía más serio que nunca- disculpe ¿sobrina? –La seriedad de Justin me hacía reír-, ¿nieta? –Seguía preguntando mientras yo aún no podía controlar mi risa-

-Mejor cállate y prepárame lo que te pedí –le dijo Justin refunfuñando-


Sin controlar mi risa me serví mi desayuno de las cosas que había ya en el bufe y me fui a buscar una mesa dejándolo solo a su destino, aunque sinceramente el que estaba peligrando era el cocinero y no Justin.

A lo lejos Jazmyn me hacia señas para que fuera hacia ella que ya se encontraba desayunando.


-Buenos días

-Buenos días Jazmyn, te levantaste temprano

-Sí, me acosté muy temprano ayer –ella miro a lo lejos a Justin- ¿Qué le pasa a mi hermano?, ¿Por qué esa cara?

El dueño de mi vida JB.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora