Capítulo 1: Cautivos

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"Solo veo fuego, cenizas, estruendos, gritos de ayuda. Trato de desviar la mirada, pero siguen ahí. No puedo quitármelos de la cabeza. Me miran fijamente."

Despierto... abriendo súbitamente mis ojos, con la respiración agitada, y el sudor en mi frente.

He pasado... ¿cuánto?... ¿Diez días?... ¿siete?... Ya... ya no recuerdo. Esto de estar en una celda oscura, inmovilizado con fuertes cadenas y pequeños bloques de kairouseki, me mantiene en una situación... bastante comprometida.

Me gustaría tener mi guitarra para amenizar esta espera, pero de todos modos no me puedo mover. Cantaría, pero recuerdo lo que pasó hace días atrás (no sé cuántos), me golpearon por hacerlo, aunque sé que no canto mal... en fin. Ahora tengo una especie de bozal, en lo que no puedo hablar, solo... tarareo débilmente... nada más.

No recuerdo desde cuando Enies Lobby es prisión. Se supone que paso por este lugar, y me mandan directo a Impel Down.

Pero henos aquí... encerrado, encarcelado, o como quieran decirle, el tiempo que dije anteriormente. Tal vez me retengan para enviarme con otra persona "importante"... no lo sé.

En fin... la espera terminó al parecer.

Abren las puertas de la celda. Kaku, "creo que así se llamaba el agente del CP9, el narigón ese" pienso, aparece frente a la puerta de hierro que colinda con el pasillo, que conecta a las celdas provisionales para mantener a los presos.

_ Buenos días Vicealmirante Ryan... ¿o debo decir "Traidor"? _ se queda mirándome fijamente con una pequeña sonrisa de lado. Lo miro fijamente sin inmutarme _ Es una pena que un hombre de gran prestigio en la Marina eche toda su carrera a la basura, por una chica, más bien una mujer, cuyo pecado fue nacer. _ espeta burlón.

Lo sigo mirando sin inmutarme, pareciera que él quiere alguna reacción de mi parte. Hasta me saca el bozal por unos momentos para ver si realizo algún comentario...

No le daré el gusto, no señor.

_ Alégrese, ya lo enviaremos a Impel Down, pero no irá solo. Lo acompañarán dos prisioneros más, uno de ellos fue la que intentó proteger. _ agrega sonriente. Sonrisa falsa, he de aclarar.

Espera otra respuesta de mi parte, pero solo lo miro fijamente a los ojos sin responderle, en un acto de desafío. Pasan los minutos, y por mi falta de respuesta, se molesta, por lo que me coloca el bozal nuevamente, para acto seguido proceder a golpearme en el vientre.

Por más que quisiera aplicar el "Tekkai"*,  no puedo, ya que me encuentro debilitado por falta de comida y agua desde varios días atrás. Además, el kairouseki no ayuda mucho que digamos, por el simple hecho de ser un usuario de la Fruta del Diablo (Akuma no mi).

Después de golpearme, y ver mi falta de reacción (trato de soportar el dolor, aunque me cuesta respirar y vomito sangre), llama a los guardias para que me lleven con los demás presos que también corren mí misma suerte.

Me llevan, con cadenas y todo lo mencionado anteriormente, hacia los pisos superiores para reunirme con los demás. Siento en el ambiente, o en mí cabeza, una sensación de calma, que todo saldría bien, o algo así. Veo a agentes y algunos marines correr hacia una dirección en particular, de fondo se escuchan explosiones y gritos de guerra, pero parecen estar lejos de este edificio. Supongo que el lugar está en aprietos.

Me quitan algunas cadenas para tener un mínimo de movilidad en mis pies. Camino con pesadez, evito caerme o tropezar y mantener la frente en alto.

Si este es mi final, tiene que ser con mi frente en alto.

En algunos momentos, pienso que, si el lugar está siendo atacado por otro grupo... ¿quién en su sano juicio atacaría este lugar de gran importancia para el Gobierno Mundial?

D.Where stories live. Discover now