¡Sorpresa!

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Hoy es sábado, y no tengo nada que hacer, sin embargo, ayer Débora no lloró para nada y Jonás sigue triste, menos que el jueves pero sigue triste, a Débora no le importó ni un comino que estuviera triste y llorando, ya se me hace exagerado, porque ya lloró el jueves y tuvo toda la noche y la mañana para llorar solo, para que en la escuela no estuviera llorando más de la cuenta.

Desayuno, me meto a bañar y me pongo ropa vieja, de todas maneras no tengo nada que hacer, sólo limpiar mi cuarto y alzar mi casa.

Dentro de dos horas y media me entra una llamada de una de mis amigas...

-¿Bueno?- Pregunto al teléfono.

-¿Mariel?- Pregunta Flor, riéndose un poco.

- Hola Flor, ¿qué pasó?- Pregunto un tanto confundida.

- Oye Mari, queríamos invitarte a venir a mi casa a platicar, sería a las dos y media de la tarde, ya sabes las mismas de siempre
- América
- Blanca
- Cecilia
- Fátima
- Gabriella
- Michelle
- Isabella, tú y yo- Respondió ella.

-Por supuesto, sólo déjame comentarle a mi papá y más tarde te digo ¿si?- Respondo y a la vez pregunto.

-Claro, adiós- Se despide Flor.

-Adiós- Me despido

Cuelgo el teléfono, ya es la una de la tarde, mi papá acaba de llegar, lo saludo, deja algunas cosas sobre la mesa, prepara la comida mientras yo pongo la mesa, comemos y en el transcurso le comento de la salida con Flor.

- Flor me acaba de llamar- Digo

-¿Y qué te dijo?-

-Te quería pedir permiso, para ir con ella a su casa con las demás para platicar- Digo con una voz tierna.

-Y ¿quienes irían?-

-América
-Blanca
-Cecilia
-Fátima
-Gabriella
-Michelle
-Isabella
-Flor y yo.-

-De acuerdo, ¿a qué hora te dijo?-

- A las dos y media.

-¿Qué horas son?-

-La una cuarenta y cinco.-

-Si quieres ir vete alistando, ¿en dónde vive?-

-A unas cuantas calles de aquí-

-De acuerdo ve y cámbiate.-

-Gracias papi- Digo emocionada, voy y le deposito un beso en la mejilla.

-Denada linda, ahora hiciste un buen trabajo en la casa-

-Gracias-

Voy, me cambio, me pongo una blusa de Mickey Mouse, es negra con rayas blancas, un pantalón de mezclilla y unos tennis blancos, me hago una colita alta y me pongo un mini moño de color negro, dan las dos quince, alisto una bolsa negra en donde deposito mi celular, voy y le digo a mi padre que ya estoy lista.

Mi padre me lleva a la casa de Flor, todas están allí, son las dos y media exactas, me reciben muy lindo, las saludo a todas, hay aperetivos en la mesa de centro de la sala, que rico. Flor nos lleva a su habitación, no se olvidan los dulces y bocadillos, nos encerramos, y ponemos música de fondo, nos recostamos unas en la cama y otras en los minis sillones que tiene en su recámara.

-¿Si supieron de la fiesta que organizaría hoy Débora?- Pregunta interesada Flor, no sabía, ella es más popular y se lleva más con ellas que yo.

-Nopi- Responde Cecilia.

Al final todas dicen que no, y yo más, creo que estoy interesada ya que es la ex de Jonás y no dudo en que lo haya invitado.

-¿En serio?- Pregunta sorprendida Flor. ¿Cómo rayos nos vamos a enterar si ni le dirijo la palabra?

¿Qué hice?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora