Se busca una Reina EN EDICIÓN

Cap 10/ te extrañe

Pensar, pensar, pensar... es lo que hago antes de poder dormir durante la noche, mi cabeza no deja de darle vueltas a lo que me dijo Izan, todo lo que me dijo suena tan bonito, para cualquier chica del reino es un sueño que el príncipe se fije en ella, pero yo no me fije en el príncipe, me fije en Izan mi amigo de toda la vida, el problema es que él viene con todo el paquete reinado, responsabilidad y ser de ejemplo para muchos. La reina tiene las mismas responsabilidades políticas del rey, ella puede emitir decretos y proponer leyes al parlamento, no solo hace obras de caridad y organiza tardes de té, ella es la mujer más importante del reino e incluso del continente. Sí, eso es lo que me frena a ser feliz con Izan, miedo a reinar, yo nunca me preparé para esto, no creo ser la indicada.

Estas dos semanas han sido muy agitadas, estoy trabajando en la escuela que es lo único que me permite no pensar en Izan, pero él no deja de enviarme mensajes muy lindos o de llamarme para saber cómo estoy y obvio yo tambien le pregunto como está, se que hablar con alguien le hace bien, hay días en los que quiero salir corriendo al castillo para abrazarlo así como otros en los que quiero ahorcarlo por ponerme tan nerviosa.

Mis padres no saben nada, pero mi madre sospecha que algo me pasa, Mirta está del lado de Izan y es la que recibe las flores que me envia o los chocolates, Gael está totalmente neutral, no me dice nada a mí, ni nada a él, se ha mantenido al margen de la situación para no favorecer a ninguno.

Estoy en mi habitación pintando, ya es más de mediodía y el sol entra muy lindo por mi ventana; cosa que me inspira a pintar.

— ¿puedo pasar?— escuche desde la puerta de mi habitación, era Samantha, desde esa noche nunca hablamos.

— claro, adelante.

— traigo una ofrenda de paz.— traía en sus manos una bandeja con un pastel de chocolate y unas gaseosas.

— no era necesario. — dije serenamente, en realidad no estaba molesta con Samantha.

— para mí si.

— siéntate.— le dije y nos sentamos en mi cama con las piernas tipo indio.

— ¿me perdonas?

— ¿por qué?— pregunte, ella me miró como: tu sabes porque.— no hay problema.

— ¿de verdad?

— de verdad.

— gracias— dijo y me abrazo.

— ahora, me lo contaras todo, Enara.

— bueno...— le conté todo lo que pasó esa noche y los acontecimientos de estas últimas semanas.

—¿ lo quieres?

— sí , claro, solo tengo miedo.

— creo que es normal, él te quiere de más amiga, no sabes lo nervioso que estaba ese día.

— se veía muy lindo. Además cuando me llama se que tiene la esperanza de que le diga algo, que le de respuesta. — dije comiendo un trozo del pastel.

— ¿cuánto tiempo le queda?— vi el calendario en mi pared y me di cuenta de algo muy grave.

— solo una semana.

— por Dios Enara si amas a ese hombre ya dile que sí, sabes lo duro que será para el que se le sea quitado el reinado.

— Sí, además reinaría el primo de Él.

— es raro que no han aparecido por allí. — dijo Samantha tomando su gaseosa.

— todo el mundo lo ha ocultado por lo mismo. — respondí.

— ¿entonces qué harás?— suspire frustrada.

— lo haré...— Samantha grito de la felicidad.

— sí ... que emoción... Enara Martin reina de Erianthe.

— ¿cuales son los gritos?— escuchamos desde la puerta a Gael. Samantha se puso de colores al verlo.

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— buenas tardes.— dije al entrar, estoy en la oficina de Izan, hoy el día ha sido muy complicado, tuve junta de profesores en la escuela, mi madre me pidió que la acompañara a comprar el regalo de cumpleaños para el padre de Izan, y él también estuvo todo el día en reuniones pero cuando le llame logró sacar un espacio para mí .

— hola.— dijo al verme, wow tenía dos semanas sin verlo y ya me hacía falta ver su sonrisa y abrazarlo. Se levantó dudoso y se acercó a mí.— ¿como has estado?— dijo sin tocarme.

— bien.— dije y fui yo la que cortó la distancia entre nosotros y lo abraze muy fuerte, sus corazón latía igual de fuerte que el mío. El me rodeo con sus brazo y no me dejo soltarme. — ¿tú como has estado?.

— te extrañe. — respondió.

— yo también.— dije y él sonrió ampliamente.

— quería decirte algo.— aún estábamos abrazados. — yo...— sentimos que tocaron la puerta.

— disculpe príncipe, tenemos un problema. — dijo un de los guardias. En ese instante nos separamos.

— ¿que paso?— pregunto Izan.

— hay una fuerte tormenta en camino, ya ha tocado algunas ciudades de la frontera, varias familias han sido desalojadas. Debemos prepararnos porque su padre ha pedido que usted de un mensaje a las familias damnificadas y les anuncie que ya va la ayuda en camino.

— ¿ya?— el guardia asintió.— ok, vamos.— Izan se coloco su saco y de acomodo un poco el cabello.— debo irme. — me dijo.

— entiendo. — dije tristemente y lo vi salir de la oficina.

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Pov Izan

Después de la rueda de prensa me fui a mi habitación, estoy muy inquieto por saber que quería hablar conmigo Enara, esos segundos que estuvimos abrazados fueron tan intensos, pude sentir que ella no quería soltarme al igual que yo a ella. Cuando estuve a punto de dormir mi teléfono sonó con un mensaje de texto de Samantha.

— felicidades príncipe ya su princesa le dijo que si. — ¿eso era una broma o que?

— ¿como?— fue lo que le respondí.

— Perdón , yo pensé que lograron hablar. — me atreví a llamarla.

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— ¿que dices?— pregunte.

— Nada soy una tonta.— contestó apenada.

— Samantha ya me soltaste algo, ahora no me dejes con la duda.

— ok, ok, pero no digas nada...— a lo lejos se escuchaba los truenos, aún no llovía pero ya se acercaba la lluvia. — Enara se decidió.

— ¿y que te dijo?

— debes preguntarle tú.

— todo es mi culpa, estábamos a punto de hablar cuando me interrumpieron para ir a la rueda de prensa.

— uy, querido príncipe, ahora le toca a usted ir por ella. — dijo en tono de broma.

—gracias, gracias...— dije y colgué el teléfono, esta en pijama y no me interesó me coloque los zapatos y una sudadera sin ver atrás salí corriendo.

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mil gracias por leer y seguirme 

Editado el 20-02-19