—Mi cerebro funciona aún con sólo dos horas de sueño —respondió sin siquiera mirarlo tecleando con una rapidez que ni el mismo Derek lograba corriendo, los pálidos dedos se movían con agilidad por la pantalla escribiendo y borrando, cerrando y abriendo aplicaciones o algún chat. El castaño sorprendió aún más al lobo gracias a eso.

—El tuyo pero el mío no —hablo quitándole el aparato de entre las manos ignorando la queja que éste soltó para después bloquearlo y dejarlo en el buró que se encontraba en su lado de la cama—. Ahora duérmete y déjame dormir a mí.

—Eres injusto —el castaño apretó los labios conteniendo un puchero que buscaba formarse entre sus labios—. Estaba buscando mis rosas blancas.

—Las rosas pueden esperar, el sueño no —y sin más el lobo se acomodó dándole la espalda para poder continuar durmiendo sin ponerle atención a las continuas quejas que Stiles seguía haciendo.

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La mañana siguiente no fue tan diferente al día anterior, Derek continuaban viendo a Stiles correr de aquí y allá gritando sobre las malditas rosas blancas que ya empezaba a aborrecer con su alma como nunca había hecho con alguna cosa. Y ahora no sólo era Stiles gritándole a Chris, no señor, si también se tuvo que unir a la guerra Lydia y Allison de colada también porque al parecer ambas estaban de acuerdo con esa estúpida excusa que Stiles creo donde decía que sin esas rosas la boda sería un desastre y todos la recordarían como "la boda más sosa del pueblo", como si unas estúpidas flores fueran a hacer ese día más o menos especial.

Y lo peor de todo el problema es que a Stiles ni le gustaban esas flores, a él le gustaban las hortensias así que realmente no entendía por qué tanto capricho con ese color en específico de rosas. El castaño definitivamente debía estar loco o algo.

—Basta —dijo con un tono algo alto de voz interrumpiendo la verborrea que los tres presentes mantenían en ese momento—. Ya me canse de todo este estúpido teatro, la boda es en cuatro malditos días y todo esta listo menos esas tontas rosas con las que se obsesionaron. Chris les ha dado mucho mejores opciones de flores pero están encaprichados con estas como si no tenerlas hiciera que se acabara el mundo.

Stiles trato de replicar con alguna frase rebuscada para dejar como un idiota al lobo pero éste lo interrumpió antes de que lograra decir algo más.

—Y no me alegues nada que ni siquiera te gustan las rosas, tus flores favoritas son las hortensias. Flores que Chris te dio como opción, por si lo olvidabas y adivina qué Stiles —continuó viéndolo con los brazos cruzados—. En esas flores sí te puede conseguir blancas si tanto buscas ese color.

—Las rosas quedan mejor con la temática de la boda —atacó Lydia viendo al lobo con superioridad, como si estuviera retándolo.

Eso hizo enojar aún más a Derek.

—Largo —gruñó viendo a ambas chicas las cuales cambiaron sus expresiones a unas de sorpresa.

—No nos puedes correr —trató de defender la de cabellos negros—. Estamos aquí por Stiles y...

—Este loft también es mío así que si quiero lo puedo hacer, ahora lárguense que Parrish y Scott deben estar desesperados.

Ambas, pelirroja y morocha,  boquearon tratando de buscar apoyo en Stiles pero éste ya se encontraba con la cabeza gacha jugando con sus dedos, era la clara señal de sumisión que había adquirido desde que conoció a Derek y que únicamente salía cuando el moreno usaba ese "tono alfa", como le llamaba el menor por más que ya hace tiempo había dejado de ser uno, que tanto intimidaba a todos.

White roses Where stories live. Discover now