Se acercó lentamente hasta su espalda, y envolvió los brazos en su cintura, apretándole contra su pecho. Jimin se apoyó en él, dejando reposar la cabeza en su hombro y tomando las manos de Yoongi sobre su cintura.

- No me dejes nunca...

Aquellas palabras eran apenas un susurro, pero cargaban más significado que cualquier grito al aire. Jimin sonrió, y se apretó más contra el firme pecho a sus espalda, como si todo contacto fuera poco.

- Nunca. - Respondió con seguridad.

Yoongi besó su cuello y él se giró, mirando aquellos ojos obsidiana que parecían adorarle. Sonrió, y Yoongi sintió cómo su corazón sonreía también. Sus labios tenían mejores planes. Tomó la boca de Jimin en un beso suave, disfrutando de sus carnosos labios con parsimonia, deleitándose con su dulce sabor. No había una sensación comparable a la de besar a Jimin. Llevó las manos a su cintura y apretó, acercándolo más a su cuerpo. Jimin rió en respuesta. Yoongi cortó el beso y le miró con el ceño fruncido.

- Lo siento, me has hecho cosquillas.

Jimin le miró bajo sus pestañas, con la cabeza gacha y una expresión adorablemente arrepentida. Yoongi sonrió con malicia.

- Así que tienes cosquillas, ¿eh?

Antes de que Jimin pudiera alejarle, las manos de Yoongi ya estaban presionando sus costados, arrancándole carcajadas involuntarias.

Jimin reía, y Yoongi reía con él.

Jimin consiguió escapar del ataque de las cosquillas e intentó huir, pero en unos pasos notó como el suelo desaparecía bajo sus pies y cómo Yoongi lo cargaba sobre su hombro. Gritó.

- ¡Bájame!

Forcejeó sin verdaderas ganas y siguió riendo porque ya no podía parar. Yoongi tropezó y ambos cayeron suavemente sobre la mullida hierba, con un lecho de amapolas bajo sus cuerpos y aún riendo sin control. Cuando sus miradas se encontraron, las carcajadas cesaron. Jimin se acercó a Yoongi y apoyó la cabeza en su pecho, sintiendo los acelerados latidos de su corazón contra la oreja.

- ¿En qué piensas?

- En ti, en cómo nos conocimos.

Yoongi llevó su mano al cabello de Jimin y comenzó a acariciarlo.

- ¿Qué hacías en el bosque aquella noche?

- Quería alejarme de mi casa.

- ¿Por qué?

- Discutí con mi madre.

- ¿Vas tú solo al bosque en mitad de la noche cuando discutes con tu madre? - Preguntó Yoongi con el ceño fruncido.

- Aquella discusión fue diferente.

El tono de Jimin sonaba triste, realmente le costaba hablar de aquello. Yoongi podía sentir la angustia de su pequeño humano en el pecho, envolvió su menudo cuerpo entre sus brazos, intentando reconfortarle.

- Puedes contarme cualquier cosa, lo sabes, ¿verdad?

Jimin asintió contra su pecho, sintiéndose mejor con el protector abrazo de Yoongi.

- Mi madre nunca está en casa, tengo suerte si la veo un par de veces a la semana. Sé que trabaja, y que yo ya soy demasiado mayor como para necesitar la atención de mi madre pero...me siento tan solo a veces. Lo hace por mi bien, lo sé, ella trabaja mucho por mí, porque, desde que nos quedamos solos, las deudas se nos han venido encima. Todo sería mucho más fácil si nos marchásemos de aquí, si fuéramos a otro lugar y alquiláramos un pequeño piso solo para nosotros, yo podría buscar un trabajo y ayudarla con el alquiler. Pero ella no quiere, nunca se alejará del lugar donde conoció a mi padre. Aquella noche, yo se lo reproché, me atreví a echarle en cara a la mujer que lo ha dado todo por mí que está esperando a un hombre que nunca va a volver, a un hombre que nos abandonó cuando apenas tenía un año. No había tenido un buen día, pero eso no es excusa para todo lo que dije. Creo que todo el dolor y el resentimiento que siento hacia mi padre estalló y todo se me fue de las manos. Mi madre gritó, yo grité. Nunca habíamos hablado de esto. Al final, acabé yéndome con un portazo.

Alpha's Owner (YoonMin) Where stories live. Discover now