Capítulo XXVI

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Cris: Bueno mi mujer y mis hijos deben comer, así que vamos a desayunar
Silvia: no tengo hambre la verdad
Cris: vamos debes comer por tres, un poco de frutas y jugo
Silvia: esta bien  
Cris: Te amo
Silvia: lo sé
Cris: que quieres hacer hoy?
Silvia: salgamos a dar un paseo
Cris: muy bien, lo que tu quieras
Silvia: lo que yo quiera
Cris: me das miedo
Silvia: jajaja vamos
Cris: dejame voy por mi cartera y nos vamos
Silvia: me puedes traer el abrigo que deje sobre la cama
Cris: hay 25° y quieres llevar un abrigo
Silvia: no es para ahora, es para la noche
Cris: bien, voy por las cosas

Una vez subió bajo con la cartera, salieron de casa, pasaron toda la  tarde recorrieron Valle de Bravo, luego regresaron a casa y prepararon algo liviano, los siguientes días, fueron igual de divertidos

Ya es 31, ellos se encuentran cenando, solo quedan algunos minutos para que llegue el 2017

Cristóbal: te gusto nuestro primer año nuevo juntos, los dos solos

Silvia: perdón que te corrija, pero no somos dos, se te olvidan dos personitas dentro de mi vientre

Cristóbal: tienes razón, este es el nuestro primer año nuevo que pasamos los cuatro como familia

Silvia: eso está mejor, a nosotros tres nos encantó todo.

Minutos después sonó la campana, anunciando que ya era un nuevo año, ambos se abrazaron  se dieron un beso, luego de eso Silvia llamo a su papá y hermana, después a sus mejores amigas, Cris llamo a algunos amigos, luego de eso recogieron algunas cosas y arreglaron todo, una vez terminaronCristóbal la tomó de la mano y la llevo hacia la sala de estar, la cual estaba en total oscuridad ya que todas las luces se encontraban apagadas, lo único que iluminaba sus rostros era la chimenea. Cris tomo a Silvia por la cintura y acaricio su espalda, -te deseo desde la primera vez que te vi, te has convertido en una accesión, amo cada parte de ti, nunca me había sentido así con nadie, haces que mi vida tenga sentido, haces que quiera levantarme cada mañana, sé que no llevamos mucho tiempo juntos, Cristóbal se inclina y se pone de rodillas ante ella.

Cristóbal: Silvia te amo, eres la mujer de mi vida, quiero dormir abrazado a ti, despertar y ver tu rostro cada día, quiero tener un  equipo de futbol contigo, quiero ser tu compañero de vida, Silvia te casarías conmigo.

Silvia: que

Cristóbal: que si quieres casarte conmigo

Silvia se arrodilla junto a él, lo abraza con muchas fuerzas, -claro que quiero casarme contigo

Cristóbal: lo dices enserio

Silvia: muy enserio, quiero ser tú esposa y formar una familia contigo

Cristóbal: escucharon eso, papá es el hombre más afortunado del mundo

Silvia: eso es muy cierto jajaja

Cristóbal se acercó a ella y le tomó el cuello con las manos para besarla. En un segundo juntó su boca a la de ella y abrió la boca para meterle la lengua y buscar la suya para entrelazarlas. Silvia  lo abrazó por la cintura y correspondió a ese beso.

Cristóbal respiraba agitado, no quería detenerse, quería estar completamente dentro de ella, quería tener la lengua en su garganta y con su mano izquierda le tomó la cintura y la pegó más a su cuerpo, ambos gimieron totalmente excitados. Cristóbal  no soportaba más la erección que tenía en los pantalones. Empezó a besarle el rostro, el cuello, a lamerla, olerla, sentirla por todas partes.

Cristóbal la tomó de la mano y la llevó hasta el sillón que estaba junto a la puerta. Se sentó y con mucho cuidado tiró de Silvia para que cayera sobre él, Silvia lo besó, ya totalmente inconsciente acerca de lo que hacía, lo único que sabía era que quería que Cristóbal hiciera lo que tenía ganas de hacer.

Cristóbal  la besó en la boca con ardor, antes de que ella se diera cuenta empezó a bajarle los breteles del vestido buscando sus pechos, dejó escapar un suspiro de satisfacción cuando notó que no llevaba sujetador y, al ver los pechos, soltó un gemido de excitación, complacido con lo que veía. Silvia tenía los pechos más llenos y más grandes que antes, pues con el embarazo le habían crecido mucho, como un niño, se puso a jugar con ellos. Los tocó, los acarició, los apretó entre las manos y cuando acercó su boca a ellos, supo que ya no podría detenerse hasta hacerle el amor.

Con lentitud empezó a cubrirlos de besos, después pasó la lengua por sus pezones que, para sorpresa de él, estaban completamente erectos, y finalmente se los llevó a la boca y succionó con ganas como si intentara alimentarse hasta quedar completamente saciado.

Silvia gimió con los brazos en torno al cuello de Cris y la lengua en su garganta. El vestido, ahora enroscado a su cintura le molestaba por lo que, con la mano que tenía libre, él se lo bajó muy despacio y lo sacó por sus piernas para arrojarlo lejos y que sólo quedara la piel entre ellos.

Silvia sintió como Cris le bajaba las bragas también y después tocaba su clítoris con los dedos. Empezó por masajear, acariciar y tocar todos los puntos más íntimos de su cuerpo, los que nadie hasta ese momento había descubierto. Se sorprendió al escucharse pidiendo más. Cris la complació, se inclinó sobre su vientre, le separó las piernas lo más que pudo en aquél estrecho sofá y empezó a hacer con la lengua lo que ella había hecho antes en su miembro. Silvia se movió debajo de él, completamente agitada y caliente, anhelando tenerlo dentro suyo y Cris no la defraudó. Primero usó su lengua, despacio, creando círculos en torno a su intimidad y luego la metió lentamente hasta escucharla gemir.

Se incorporó sobre ella y buscó sus labios, quería besarla muchas veces mientras su miembro estaba dentro de ella; mientras la besaba, su cuerpo se pegó al de ella para penetrarla. Cuando Silvia levantó las caderas al sentir su miembro entre las piernas, supo que era el momento, estaba húmeda, lista para recibirlo, y él suspiró aliviado, porque ya no podía esperar más.

Se sostuvo por los hombros de Silvia y empujó fuerte. Ella estaba realmente estrecha y rígida y eso lo detuvo, no quería ser brusco con ella; pero realmente quería estar dentro de ella, gimió, respiró, gritó y antes de que se diera cuenta, estuvo dentro de ella.

Silvia levantó las caderas y gimió, realmente le gustaba lo que estaba sintiendo. Se aferró al cuerpo de Cris y cerró las piernas para mantenerlo dentro suyo y que no saliera todavía. El hombre la miró, sonrió y entendió perfectamente.

Al día siguiente arreglaron sus cosas y partieron a Ciudad de México, Cris dejo a Silvia en su apartamento y luego se fue a su casa.

 

Continuara….

Las escenas hot no son mías, solo las adapte a mi historia, recuerden que solo quedan cuatro capítulos para el gran final, gracias por leer Bajo Sospecha, díganme en los comentaríos como creen que termine la primera parte

Bajo Sospecha (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora