Capítulo 11: "Antifaz"

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- Profesor Schwarz –Saludó Paris.

- Señorito Beuss –Respondió Víctor.

La tensión entre éstos era evidente y para romperla Starr se llevó a Víctor, jalándole violentamente por el brazo eso luego de abrazarle y casi besarle. Él quería charlar con Eri pero ella se encontraba tan molesta que decidió no separarse de Eleonor.

Luego de una hora de baile, Víctor se encuentra con la hija del millonario magnate en una de las terrazas del local. Había una hermosa vista al lago, se divisaban a lo lejos las luces de las viviendas, el clima era muy fresco y el cielo se hallaba despejado, por lo cual eran iluminados por la luz de la luna.

- Que hermosa noche hace hoy –Dijo Starr, acercándose al artista.

- Realmente bella. La luna se ve asombrosamente grande, me recuerda mucho las bellas noches que pasé en Paris y el admirar las grandiosas obras del museo Louvre.

La joven entró en ambiente romántico, a pesar de que él no.

- Víctor quiero decirte algo… -Dijo bajando la mirada.

Éste obviamente predecía lo que sucedería pero decidió permitir que ésta se desahogara.

- En verdad siento que eres el hombre perfecto para mí. Eres muy atractivo y talentoso, tienes todo lo que quiero en una pareja. Quisiera que fuésemos algo más que amigos. Yo podría ayudarte con tu trabajo, financiándote todos tus materiales. Podríamos vivir en la casa de verano de mis padres por un tiempo y luego mudarnos a la Mansión Capital que se encuentra en la misma ciudad donde das clases… tendríamos un futuro asegurado –Dijo la joven con mucha seguridad.

Víctor suspiró profundamente, se quitó la máscara y tomándole las manos le dijo:

- Señorita Starr… usted es una joven maravillosa. Pero sé perfectamente que no lo sabe.

La chica intentó interrumpir sus palabras pero éste le pidió que escuchara todo lo que quería decirle.

- No busco una vida asegurada con lujos que no me he ganado, llena de vanidad, pues me sentiría tan vacío como usted se siente en su interior. No puede vivir una vida con verdadera felicidad si no explota algo que le apasione, si no existe para servir a la humanidad. Sé perfectamente que esa palabra, servir se la deja para sus amas de llaves, pero es la verdad. No soy el hombre para usted, ni tampoco es la mujer para mí. He cambiado mucho desde que vine a esta ciudad y no pienso cerrar mis labios hasta decir todo lo que pienso. Por favor no me malinterprete… elijo lo mejor para los dos.

Y luego de besarle la mejilla corta y rápidamente, se retiró sin mirar atrás. Mientras esto sucedía, Paris bailaba con Eri.

- Hacía mucho tiempo que no me divertía así –Dijo la joven, sonriendo.

- La última vez que bailé fue en una fiesta que hice al llegar aquí –Y rió.

Los dos se miraban mientras danzaban, el joven solo observaba el alegre rostro de su compañera, como si nada existiera, solo ella. Pero su ilusión se interrumpió por la presencia de Marina, su amiga de la universidad. Luego de charlar los tres por largo rato, la joven insiste en mostrarle a Paris la vista del segundo nivel. Eleonor se encontraba con Ray, sentados los dos, algo lejos del escenario. Eri se encontró sola.

Entonces, Víctor entra nuevamente al lugar de la fiesta y consigue que su amiga está sola y pensativa.

- ¿Me haría el honor de bailar conmigo? –Preguntó encantadoramente, posando como si fuese un real caballero inglés.

- ¡Oh que vergüenza! –Dijo muy nerviosa y sonriente- Lo haré para no rechazarte –Y rió.

Los dos bailaban una música suave y romántica. La chica temblaba del nerviosismo, pero su compañero resultó ser buena pareja en el baile.

Rojo AtheneaWhere stories live. Discover now