Rojo Athenea

Capítulo 8: "Especial"

Caroline Beuss
Rojo Athenea

Capítulo VIII
Especial

Era de una hermosa tarde cuando sucedió algo que Eri no podría creer. El cielo estaba de un hermoso color naranja y era bañado por esponjosas nubes que brillaban con los resplandecientes rayos del sol que se ocultaba.

- ¡¿Me despiden?! –Pregunta la joven a Jacque.

- Lo siento bambina pero se les acabó el contrato a Eleonor y a ti –Respondió muy apenado por lo sucedido.

- Pero, ¡¿cómo es posible?!

- No podemos renovarlo porque ya aceptamos a otras personas que las reemplazarán. Tienen trabajo hasta el viernes.

- Espero que al menos nos paguen nuestra liquidación.

- Por supuesto, todos deben recibirla –Dijo con mucha seguridad.

Ese mismo día las dos jóvenes caminaban por el parque, bastante cerca del bar FireWheel.

- Al menos con la liquidación tendré un mes para conseguir un nuevo trabajo… la necesito porque me toca pagar el alquiler de donde vivo el viernes porque es quincena.

- Espero que consigas un lugar donde estar. No puedo decirle a Ray que vivas allá porque su casa está llena. Su familia regresó de vacaciones y apenas si hay espacio para mí.

- No te preocupes amiga, me conformo con que me ayudes a encontrar un lugar.

Sin embargo las palabras de la joven estaban en duda de que se cumplieran, pues desconocía el gran problema que surgiría el día siguiente en el banco.

- Lo lamento señoritas pero el banco no está pagando cheques. Surgió un problema con el sistema y aparecen todas las cuentas como si no hubiese ingresos. Les puedo entregar los cheques pero el banco no puede responder ante los retiros. Parece que alguien los saboteó.

- ¡¿Cómo haré?! –Pensó con desesperación.

- Me dijeron que el problema estará resuelto el lunes.

- Hoy es miércoles… -Dijo Eri- No me aceptarán que pague la renta atrasada pues me dieron un ultimátum acerca de eso hace como 2 meses.

- Lo siento muchísimo Eri pero no puedo hacer nada por ti –Dijo con un semblante triste.

La joven salió del trabajo y se encontró con Víctor en el camino. El joven tenía el cabello un poco más corto.

- ¡Señorita Eri!

- Víctor… -Dijo y una sonrisa volvió a sus labios- ¿Te cortaste el cabello?

- Oh sí, es la primera persona que lo nota. Veo que es muy observadora.

- Solo te observo a ti –Pensó mordiendo sus labios y sintiendo un gran encanto, y respondió- Me parece bastante evidente.

- No tanto como usted lo dice, ¿cómo le fue el día de hoy?

- Bastante bien y por ello estoy totalmente agotada.

- ¿Suficiente como para dormirse en el camino? ¿Le parece si le acompaño a su departamento? –Preguntó con algo de preocupación.

- Me encantaría –Dijo con su rostro ruborizado.

Los dos caminaban por la calle hasta el hogar de la joven. Ella no dijo nada acerca de su problema para conseguir donde estar, pues no deseaba preocupar al artista por nada en el mundo.