Recuerdo XIII

499 51 0
                                    

¿Sabes? Aún recuerdo ese día, te odié aún más que nunca.

Estábamos en el colegio.

Quise ir al baño, lo que no esperaba era que tus amigas y tú fueran.

Había entrado a lavarme las manos.

Pero antes de abrir el grifo del agua, sentí un tirón de mi brazo.

-¡Mosquita muerta!-había gritado Camila.

-Déjame en paz-le había respondido con odio y furia.

-¿Quieres que te dejemos en paz, gorda?-gritaste tú.

Te odié, lo hice con toda mi alma.

-Déjame en paz, puta-te había dicho calmada.

Pero tú respuesta no fue calmada.

Sino que recibí un golpe en mi estómago.

Me estremecí y lloré.

-¡Sueltame! ¡Carajos, Camila! ¡Es tú sobrino!-te había gritado en llanto.

Y cuando grité eso último recién paraste.

-Que...-te habías quedado sin habla.

Yo ya estaba sangrando.

Me había arrastrado lejos de ustedes.

Lloré en una esquina.

Entonces todas ustedes se fueron.

Yo sólo me desmayé.

Pero por una rara razón desperté en una habitación de hospital.

Lo primero que había hecho fue gritar por mi bebé a una enfermera.

-¡¿Cómo está mi bebé?!-lloré.

-Descuida, cariño, tú bebé está bien-me había respondido esa señora regordeta.

-Gracias a Dios-había suspirado con lágrimas en mis ojos.

-¿Cuántos años tienes?-me había preguntado ella.

-Dieciséis-le había respondido amable.

-Hay, cariño, eres muy joven para ser madre, ¿por qué no te cuidaste?-me había preguntado.

-No fue desición mía-había dicho con la voz entrecortada.

Al decir eso la señora se llevó las manos a su cara asombrada y con algo de tristeza.

-¿Y tus padres saben de esto?-había preguntado.

Muy dentro mío me reí.

-No creo que les importe lo más mínimo-había respondido.

-Tengo que llamar a alguien, cariño-había respondido.

-¿Me puede prestar un teléfono?-le había preguntado.

Ella me tendió el suyo.

Lo pensé unos minutos.

Llamada

-¿Hola?-me habían contestado.

-Hola, Javi-había respondido en un susurro.

-¿Nena? ¿Eres tú?-había respondido esperanzado.

-Por favor...-se me había entrecortado la voz-necesito que vengas por mi.

-¿Dónde estás?-me había interrogado.

-En el hospital, el que se encuentra en el centro-había dicho con la voz pesada.

-¿En el hospital? ¡Que te hizo! ¡Espérame ya voy!

Fin de la llamada.

Había sentido tanta satisfacción de escucharlo.

A pesar de que nunca lo conocí en persona, nosotros siempre nos habíamos llamado.

El vino en media hora.

Y verlo en persona fue... algo inexplicable.

-¿Qué te pasó, nena?-había dicho triste.

-Cariño, dice el doctor que tú y tu bebé se pueden ir por la mañana-había entrado ella al cuarto.

Miré a Javier asustada.

-¿Un bebé? Francia explícame-había dicho el confundido.

La enfermera entendió que nos debía dejar solos.

-Hace un mes... Camila hizo una fiesta... Esa noche tocaron mi puerta...-lágrimas caían de mis ojos esa vez-al abrir la puerta me encontré con el profesor de mi hermana-lloré-ese señor... Esa noche él abusó de mi-había puesto mis manos en mi rostro mientras sollozaba.

Había sentido unos brazos rodearme.

-Lo lamento tanto, nena-me había besado la cabeza-te juro que saldremos de ésta juntos-había llorando en su pecho toda esa noche.

Él fue el único que estuvo para mi.

Te odio tanto, tanto que duele odiarte.

"TE ODIO"

"Los quiere Mar"

¿Hermanas? |Completa|Where stories live. Discover now