1. Lavanda

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El interior de los bolsillos, acoge sus manos. Los cascos dejan sonar su música a todo el volumen posible. La correa del bolso, cruza entre las clavículas.
Katsuki Bakugou maldice entre dientes durante su camino a casa. Patea una piedra para verla rebotar con fuerza contra un poste de luz. Vuelve a maldecir como si nunca fuera a ser suficiente pensando en los acontecimientos del día.
Katsuki no es una mala persona, o mejor dicho, no quiere serlo. En serio lo intenta. Y muy duro. Pero... Con regularidad se mete en problemas por su mala actitud.

Tiene problemas de ira. No puede controlarlo. Antes de pensar en las consecuencias, las palabras surgen de su boca, su cuerpo se mueve solo y para cuando piensa, "mierda la cagué..." Ya es tarde
Ha tenido muchos conflictos por eso. Sobre todo en la escuela.
Le resulta realmente difícil controlar su temperamento.

No ayuda tampoco que en parte, sea un amante de la destrucción. Como aquel incidente con la glicerina que provocó en el laboratorio durante la clase de química. La posibilidad de una explosión fue demasiado tentadora para él.
A Katsuki también le gusta el peligro y es competitivo. Participar en parkour, deportes, pulseadas...
No falta decir que el director lo tiene entre ceja y ceja. Hasta el mismo joven Bakugou se sorprende de que aun no lo haya expulsado. Pero sabe que será pronto.
El tema radica en si podrá conseguir banco en otro instituto.
Es aquí el porqué Bakugou esté preocupado, pateando una piedra, puteando en voz baja. Pensando en cómo carajo hará para solucionar un dilema que tiene raíz desde que puso un puto pie en el mundo.
A Katsuki le enerva pensar que al problema entero lo constituye él.
Se muerde el labio, sintiendo como aquello cae en sus hombros. Jodidamente harto de que su vida de la impresión de tratarse de un remolino, un circulo vicioso del que no puede escapar.
Katsuki hubiera pateado nuevamente la piedra si alguien no se le hubiera cruzado frente en la vereda.
Lo ve, y lo primero que piensa es que una planta sostiene otra planta.
Es verde. Y con pecas, en sus brazos lleva una maceta con algún tipo de flor de color violeta.
Katsuki no sabe cuál es, y le importa un carajo. Su atención se centra en los ojos esmeralda que le devuelven la mirada.


-Hola - saluda aquel ser con una sonrisa.


Bakugou quiere insultarle, por el único placer de sentir las palabras sucias deslizarse por su paladar. Dejando ir todo el veneno que lleva masticando desde que salió del colegio pero decide que no es lo mejor.
Lo ignora pasando por su lado, continuando su camino a casa, como si nunca lo hubiese visto.
Como si ese chico no hubiera quedado plasmado en sus pensamientos.
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Lavanda: amor a primera vista

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Notas:

Bueno, acá una historia katsudeku tierna que se me ocurrió hace un tiempo al ver fanarts de deku con un cactus creo. Espero que les guste :)

                                                    - Cami

El chico de las floresOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz