farala♕

eighty-five

Mandi

La cagué, la cagué, la cagué y la cagué mucho.

*flashbackkkkk*

Tenía al Vice al frente, estábamos hueando y de repente asimilé todo.

Tenía al hueón que me robó el corazón hace tiempo, al hueón rico que tengo de compañero, y sin pensarlo, me abalancé a él y nos empezamos a comer.

Estaba tan mal y no estaba pensando en nada además de que estábamos agarrando.

De un momento a otro, el Fede se vino a mi cabeza, me lo estaba cagando.

–Ya Vice, para –lo alejé y empecé a alejarme, me quería ir rápido de ahí, antes de que la cagara más. 

Soy una maraca.

El Vice me siguió y me empezó a preguntar que qué onda, no me podía tranquilizar, iba a empezar a llorar en cualquier momento, porque me doy rabia, como pude caer tan fácilmente, como pude ser tan inconsciente, cómo pude haberme cagado al Fede, él nunca hizo nada malo y yo le pago haciendo una hueá así.

No me merezco a un hueón como el Fede.

La Cami me encontró, me tomó y nos fuimos al tiro a su casa, no me preguntó nada en todo el camino en el
uber.

Cuando ya estábamos en su casa nos sentamos en su cama y nos pusimos a conversar

–Qué pasó? Por qué estabai llorando tanto?

Sentí como me daba esa hueá de nudo en la garganta y se me ponían los ojos llorosos.

–Me cagué al Fede –y lloré, solté todo lo que me había guardado.

Tiré a la basura la relación que me costó crear con el Fede y por una hueá tan penca como cagármelo.

–Con el Vice? –me preguntó la Cami

–Sí

–Ya hueona, la cagaste, no te voy a mentir porque soy tu mejor amiga y te tengo que decir estas hueás. –Me miró seria –Tení que hablar con el Fede antes de que se entere por alguien más y ni cagando te perdone.

–Ya es muy tarde –El Fede estaba atrás de ella, no sé cómo chucha llegó acá pero empecé a entrar en pánico, estaba como en shock. Se acercó un poco más, tenía los ojos rojos y él estaba rojo, supongo que de rabia–¿Qué hice mal, Amanda? ¿Me podí decir? Di todo de mí en esta relación, la primera que tuve, y vó mandai todo a la mierda cagándome con el hueón que supuestamente ya te había dejado de gustar, ¿eso era yo? ¿el hueón que ocupabai pa' olvidarte del otro? –Se rió fuerte –Que penca que seai así, hueón. Nunca lo pensé de ti, y no hueón, no me digai que es una excusa que estabai curá, porque ahora te veo súper. Así que pucha, hasta aquí no más, Amanda. Cuídate y ojalá no le hagai a nadie más lo que me hiciste a mi.

Y se fue, no podía articular ninguna palabra, seguía en shock, pero sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas.

La había cagado, y no tengo excusas.