Estiro mi mano y lo agarro, rasgando con cuidado una esquina para abrirlo. Es un boleto de avión. Y es para hoy en la tarde, con destino a Los Ángeles.

Pego un pequeño grito y me levanto de un salto, emocionada ante la idea de ir a casa, ver a mi madre y pasar tiempo con Laine, mi mejor amiga.

Cuando abrazo a papá, lo escucho soltar una pequeña risa que se me contagia.

— Gracias, papá. Te amo, te amo, te amo... — repito una y otra vez, y comienzo a repartir besos en todo su rostro.

— Sí, sí. Todos aman a papá cuando él regala cosas. — dice. Sin embargo, suena divertido.

— Tengo que ir a empacar y… debo decirle a Chase…

— Haz todo eso rápido — papá me interrumpe, con una sonrisa en los labios —. Debes estar lista antes de las 5pm. El avión sale a las 6pm.

No puedo contenerme y pego un grito eufórico que causa una risa por parte de los presentes. Sin dudarlo, corro hacia mi habitación para preparar mi equipaje. No necesito muchas cosas debido a que dejé en Los Ángeles mucho de mi ropa por lo que, dentro de poco, ya estoy lista.  

Corro hacia la mesita de noche en donde está mi teléfono y me meto en la App de WhatsApp ante de ir al chat de Laine.

YO: Adivina quién irá dentro de poco a fastidiarte la vida.

Su respuesta no tarda en llegar.

LAINE: ME MUEROOOOOO. POR FAVOR, DIME QUE VENDRÁ EL BOMBÓN DE TU NOVIO.

Hago una mueca ante sus palabras.

YO: NO.

LAINE: Que lástima. Entonces supongo que eres tú.

LAINE: Nah. Mentira. Sabes que te adoro. Pero ¿eres tú? ¿Te aburriste de Hemsworth?

YO: Nop. Después te cuento todo. Vuelvo hoy en la noche.

LAINE: Estaré en el aeropuerto para recibirte.

Sonrío ante sus palabras y me salgo del Chat para ir al de mi madre.

Después de enviar un audio, busco el número de Chase entre mis contactos para llamarlo. A los tres pitidos, él responde:

— Hola, nena. ¿Qué ocurre?

— ¿Crees que nos podamos ver hoy? Tengo algo que contarte.

—Te he invocado con el pensamiento. También tengo que hablar contigo sobre algo importante.

Frunzo un poco el ceño.

— ¿Todo bien?

— Preferiría hablar de eso cara a cara, no a través del teléfono. 

Hago una mueca y asiento a pesar de saber que no puede verme.

— Está bien.

— Yo… no puedo ir por ti — hace una pausa — debido a lo ocurrido ayer con Douglas, Stefan no quiere que salga de casa. Está muy alterado y… ¿te molesta si es él el que va por ti?

Me tenso ante sus palabras. La verdad es que sí. Aunque, más que molestarme, me incómoda. No quiero verlo, no después de todo lo que ha pasado entre nosotros; no después del beso, de su mentira, y de la manera tan horrible en la que se refiere a mí. Él es es realmente desagradable.

— Si quieres puedo ir en taxi. No es necesario que vengan por mí.

Chase tarda en responderme. Es como si estuviese dudando. Pero al final termina por decir:

Dulce Debilidad © Libro 1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora