Suicide

Capitulo 1: Una luz

Abecés todas las personas necesitamos una pequeña luz que nos saque del abismo o de la oscuridad en el que nos encontramos no importa que tan pequeña sea o que tan débil fuese todos la necesitamos.

(meses atrás)

Mi nombre es Anthony Smith tengo 15 años apenas entre a la preparatoria pero no tenía miedo ni nada que se le pareciera solo estaba algo triste por dejar atrás a todos aquellos que quise antes pero a la vez estaba emocionado ya que conocería a nuevas personas a las cuales aprendería a querer con el tiempo y que ellas también me quisieran nos ayudaríamos unos a otros entre otras cosas que aria.

-Anthony ya levántate o se te ara tarde-

-si ya voy-

Me levante de la cama pesadamente ya que estaba acostumbrado a dormir tarde y levantarme tarde por desgracia eso se había acabado ya que comenzaría la escuela me levante para bañar, me vestí con lo que sería mi nuevo uniforme, desayune y finalmente me iría al baño de nuevo para cepillar mis dientes y medio peinarme Salí del baño con dirección a la sala recogiendo la mochila.

. ya me voy mama-

si te vas y regresas con cuidado-

me coloque los audífonos escuchado a todo volumen la música camine hasta mi nueva escuela dejando de lado a la otra a pesar de que no escuchaba nada tenía una sonrisa dibujado en mi rostro cualquiera que me vería pensaría dos cosas una que estaba loco o en drogas y la segunda era que estaba muy feliz por algo y es que a si era siempre estaba feliz o con una sonrisa no importara que fuera o que pasara.

Por fin había llegado a la prepa salude a todos busque mi nombre en las listas de los salones cuando lo encontré entre me senté y para nada me quite mis audífonos, el primer día de escuela había pasado como si nada y yo aún no tenía amigos no entendía el por qué pero cuando llego el segundo día conocí a una chica que tenía los mismos gustos que yo, unas semanas después entro mi amiga de la infancia y así fue creciendo de poco mi grupo de amigos algunos compartían mis gustos y otros no pero aun así nos llevamos bien todos y yo seguía con la misma sonrisa.

(Presente)

Era increíble como sonreía y tenía esas estúpidas sonrisas en mi cara quien diría que aquellas sonrisas las detestaría después y aun así con tantos amigos ninguno me supo dar una luz para que me sacaran de mi abismo y de mi obscuridad ni siquiera mi amiga de la infancia lo pudo hacer, nadie estuvo allí para sacarme lo más curioso es que yo siempre estuve allí para todos y nadie para mí.