IV

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Canción: mxmtoon - stuck

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Canción: mxmtoon - stuck

Jo permaneció con el teléfono pegado a la oreja, arrugó la nariz y miró el papel entre sus manos. ¡No podía creerlo! No era lo que esperaba, de modo que se dejó caer en una silla. Mientras tanto, oía la voz en su móvil.

―¿Hola?, ¿me escuchas bien?

―Sí, un segundo. ―Sintió que él respiró con pesadez al otro lado de la línea, muy impaciente, pero ella aun no encontraba una respuesta.

―Quiero decirte algo. Starry Ville ha sido bautizado así porque es una ventana abierta al firmamento, aquí puedes disfrutar todas las noches del cielo estrellado en todas sus dimensiones. Las calles tienen nombres de constelaciones: Calle Venus, Avenida Andrómeda, Calle Estrella Polar, Paseo Aldebarán... es un pueblo pequeño, sus habitantes son amables y tranquilos, tenía que contártelo porque... seamos honestos, cuando le doy la dirección a alguien que no conoce el lugar, piensan que estoy loco. ―Sonrió al escuchar su último comentario, no recordaba la cantidad de veces que a ella le había pasado lo mismo.

―Te gusta Starry Ville. ―Habló más serena.

―Es un buen lugar ―aseguró.

―Pásame la dirección. ―Jo suspiró, ir hasta allá era lo único que Nathan le había encomendado. Le pidió a Erin algo con qué anotar.

―Es fácil llegar ―dijo―, ¿cuál es tu medio de transporte?

―Tren.

―Me decepciona.

―¿Por qué?

―No sé, te imaginé más arriesgada.

―¿Porque sé de rock?

―Sí ―murmuró y se quedó pensando―, como de esas chicas que manejan su propia moto, visten pantalón de cuero, son agresivas, dominantes y se pintan la boca de rojo.

―No, ya superé esa etapa. Aunque me gustaría tener una moto Vespa y me la compraría roja.

―¿Lo ves? como los labios de la chica mala y fría de mi imaginación.

―Ohhh, qué pesado eres... dime ya la bendita dirección.

Y eso hizo, le dio la dirección con puntos y señales. Cuando ella comentó que llegaría el lunes por la tarde, él con amabilidad se ofreció a buscarla en la estación.

―Llevaré un cartel ―acordó él.

―Pero si no sabes mi nombre.

―¡Eh! ―Se rio―, te darás cuenta que soy yo.

―¡Uy!, ¿debería asustarme?

―No, señorita. El lunes, entonces. Pasaré por ti a las cuatro.

Asunto Pendiente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora