20. Golpes & caricias

167 19 28
                                    

Dedicado a CristianSalva estuve esperando llegar a este capítulo para dedicarte ésto especialmente para ti. Eres uno de mis primeros lectores y me diste muchas ideas para este capítulo hace un tiempo. Disfrútalo.

[PRECAUCIÓN ESCENA SUBIDA DE TONO]



Ha pasado un año

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ha pasado un año. Un año lleno de todo, más gustos que disgustos y eso era bueno.

Estamos todos contentos de estar juntos, ahora que andamos de novios estamos más unidos, Lía que es la que vive más lejos ha estado viniendo más seguido los fines de semana y a veces se ha traído sus padres. Si, él padre de Liz me aceptó, al fin formo parte de la familia, o eso me hace creer a mi. Su madre me quiere más que nunca y Liz está super feliz igual que yo con nuestra relación. Nos hemos hido todos en familia, a la finca o a la casa de Robert, todo de maravilla.

Pero... La volví a ver. Un día normal en él parque, no pensé que caminara por estos senderos, que afirmó odiar una tarde nublada de mayo.

Flashback

—¿Qué quieres hacer?— pregunté.

—Lo que quieras, aunque me gusta estar aquí contigo— me respondió Liz dejando un beso en mi mejilla.

Caminábamos agarrados de las manos por el parque, acabábamos de ver a Darlen y Robert en la heladería de la otra cuadra.

—A mi también me encanta estar aquí contigo— le dije y deposité un beso en su frente. Ella miraba un punto fijo a nuestro frente.

—Es ella, ¿Cierto?— me preguntó sin dejar de mirar la chica que venia caminando en nuestra dirección contoneando sus caderas a cada lado.

—Oh no— fue lo único que pude decir al percatarme que quien venía era Sabrina.

—Oh si Santiago, es ella.

—Si, ya sé que es ella. Maldición— aquí estaba, llegando a nuestro lado con una sonrisa y no entendía el porque, ¿Por qué? .

—¡Santiago!... pero que guapo estás— Sabrina habló y yo ya sentía que habría problemas.

—Gracias Sabrina pero... .

—Pero no necesitas que se lo digas, él ya lo sabe muy bien— respondió Liz interrumpiendo lo que iba a decir.

—Y ésta, ¿Quién es?— preguntó pero no esperó respuesta —no me digas que ahora sales con ésta clase de niñas fresa.

—No es fresa y si, salgo con ella. No es de tu incumbencia con quien me dé la gana de salir.

Por mi ángel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora