Capitulo 30: Eres un cínico

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—Ella estaba conmigo.  No me digas que estaba en dos lugares a la misma vez — solté bastante serio  y sin pedirlo la pelirroja puso ante mí un mensaje de texto que Claire le había enviado por la mañana.

Susy me voy dejé todo limpio y no te preocupes estoy bien.  Ya no soltare más lágrimas por alguien que no tomó enserio lo que yo sentía y me traiciono de la peor manera.  Así que tú tranquila.

¿Qué?  Yo no la engañe.  Entonces ¿Con quién demonios yo estaba en mi departamento?  Ése mensaje es la prueba de que estuvo con Susana y es imposible que estuviera conmigo a la vez.  Esto no puede estar pasando, esto debe ser una broma y de muy mal gusto. 

—Mira Susana, ¿Cómo es posible que ella pasó los días en tú casa y en el mío también?  Porque te juro que se ha quedado conmigo éstos cuatro días inclusive me ha acompañado a trabajar.  ¿Explícame eso? — Susana se quedó pensativa un momento como si de verdad hubiera algo extraño en todo esto y de verdad si lo había. 

—No sé, James.  La otra vez le comenté a Claire que la había visto en el centro comercial y ella me aseguró que me confundí porque ella no estaba en la ciudad ese día — hablaba más para ella misma que para mí y eso me desesperaba. 

—Si dices que Claire me vio con otra cuando no es cierto porque yo la amo.  Hay una sola forma de averiguarlo y ésa es viendo los videos de seguridad del edificio — sugerí levantándome mientras dejaba dinero en la mesa y saliendo a zancadas de la cafetería mientras escuchaba a Susana gritar que la esperará cosa que no hice. 

Encendí el auto y arranque a toda velocidad hacía mi edificio.  Todo estaba en su contra, su cambio de actitud, de pensar y hasta la manera de hacer el amor es distinta.  Mi Claire era apasionada y está es algo así como salvaje.  Tenía un mal presentimiento de que algo no estaba bien y solo espero que no sea algo malo porque no se qué haría.

Cuando entré a mi edificio fui directo al portero y esté no era el mismo de todas las mañanas.  Esté era algo más joven y tenía un semblante que parecía un cordero degollado.  Tal vez era su primer día, pensé.

— ¿Cómo te llamas? — pregunté saltándome los saludos y el chico trago nervioso.

—Osvaldo, señor.  Soy nuevo, me enviaron porque el anterior renuncio anoche — respondió con voz temblorosa y yo negué con la cabeza.  —. Bueno Osvaldo necesito las grabaciones de las cámaras de seguridad de esta semana y no te atrevas a negármelo porque puedo hacer que nunca en tú vida vuelvas a trabajar — lo amenace mientras le apuntaba con el dedo y el chico asintió comenzando a caminar fuera de la recepción. 

Me llevo al pequeño cuarto de seguridad donde había varios monitores grabando en los distintos ángulos del edificio.  Había ángulos en la entrada, en los alrededores y en la parte trasera que casi nadie salía por allí.  Le especifique el día exacto en que comenzará y la grabación comenzó a correr mostrando el entrar y salir de los demás vecinos.  Cuando de repente vi entrar a Claire con paso firme y tomaba el ascensor.  La grabación siguió y poco a poco la adelantábamos porque si no íbamos estar todo el día en esto.  De repente luego de varias horas vuelvo a ver a Claire entrando al edificio, pero con ropa distinta.

Por un instante pensé que mi corazón se detenía con lo que estaba viendo, pero cuando la volví a ver salir está vez llorando y casi corriendo para salir del edificio, sentí que iba a desfallecer. Mi mente estaba en blanco y no podía pensar con claridad.   Me sentía como una basura, una porquería y un poco hombre.  ¿Cómo no pude diferenciarlas? ¡Maldita sea me acosté con ella!  ¡Claire no me va a perdonar!  Al fin y al cabo terminé siendo peor que el desgraciado de Raúl.  

Llegaré a tu corazónWhere stories live. Discover now