Chloe era su ojito derecho, su niña pequeña. Si con Charlie montaba Legos en la alfombra del salón los fines de semana, a Chloe se la llevaba al campo para enseñarle a amar todos los tipos de criaturas vivientes existentes en el mundo. Jugaba con ella a las Barbies o peleaban en un lío de cojines en el sillón. Le dejaba que le hiciera todo tipo de maquillajes extravagantes y ella no se quejaba si, cuando le tocaba a su padre hacerle las trenzas, sus suaves mechones cobrizos terminaban completamente enmarañados.

Uno pensaría que, después del dolor desgarrador que supuso la pérdida de su padre, habría sido normal que Chloe hubiera cambiado. Que hubiera aprendido a proteger su corazón un poquito mejor, a no regalarlo con tanta facilidad.

Pero no fue así.

Porque Chloe Beale es amor puro e inadulterado. Decir "te quiero" le resulta tan fácil como a otras personas decir "hola" o "gracias". Y nunca ha visto motivos para cambiar su forma de ser, porque está convencida de que el amor puede hacer la diferencia. Si todo el mundo sonriera un poco más y fuera más amable con los demás, la Tierra sería un lugar mejor. Seguro que no habría tantas lágrimas, tanta desgracia, tanta miseria y tanta guerra. El miedo y el odio no tendrían tanto poder, porque en cuanto empieza a brillar el sol, las sombras desaparecen.

El día que dijo adiós a su padre en el cementerio, Chloe se propuso ser ese sol. Su madre se deshacía en lágrimas a su lado, su hermano intentaba hacerse el duro, pero Chloe podía ver la frecuencia con la que tragaba saliva y parpadeaba. Y se dijo a sí misma que no dejaría que ese fuera un estado permanente para su familia, porque sabía que su padre no querría eso.

Frank Beale era capaz de calentar una habitación con el retumbar de sus carcajadas, y sus ojos azules, que sus dos hijos habían heredado, brillaban con la intensidad de un cielo en un día de verano caluroso y despejado. Sus abrazos eran cálidos y enormes, te podías perder en uno de ellos, y desprendían seguridad y amor sin importar el momento en que lo diera.

Él no habría querido que llorasen su pérdida, habría querido que le recordasen entre risas, y Chloe convirtió en su misión extinguir la tristeza que podía ver en la mirada cansada de su madre, en las pequeñas sonrisas de su hermano, en sí misma. Sabía que sería imposible quitarla del todo, pero tampoco era eso lo que quería. Lo que esperaba conseguir era volver más o menos a la normalidad, a que su casa fuera un hogar cálido y desbordante de amor, aunque ya no estuviera la corpulenta figura de su padre para atraparles a todos en un abrazo grupal.

Con abrazos y mucho amor, fue curando a su madre y a su hermano. Se fue curando a sí misma. Porque estaba segura de que su padre, allá donde estuviera, estaría orgulloso de ella por lo que estaba haciendo.

De modo que Chloe continuó siendo Chloe. Amar siguió siendo su segunda naturaleza, su primer instinto. Amar siguió siendo tan fácil como respirar, y tan placentero como un buen orgasmo. Esa canción de Los Beatles que dice "all you need is love" siguió siendo su filosofía de vida.

Seguía resultándole extremadamente sencillo amar, y seguía haciéndolo sin restricciones.

Chloe no discrimina a nadie, porque para ella todo el mundo merece ser amado. Hubiera cometido los errores que hubiera cometido, las segundas oportunidades se crearon para algo, ¿no? Cree en el perdón, en la bondad y su poder para cambiar el mundo, en el optimismo.

Si Chloe te considera digno, puedes estar seguro de que vas a tener a una de las personas más leales del mundo a tu lado. Siempre estará ahí cuando la necesites, ya sea para hacerte entrar en razón después de haber cometido un gran error, o para prestarte un hombro sobre el que llorar y susurrarte palabras de ánimo hasta que consiga hacerte sentir mejor.

Si Chloe te considera digno, te regalará su corazón. Al completo. Porque le es tan fácil amar que no sabe cómo hacerlo sin entregarse al cien por cien. Ella salta de cabeza al agua sin siquiera pensar en coger un salvavidas, sin preocuparse por el estado en que se encuentre la marea. Se sumerge de pies a cabeza y confía ciegamente en ti. En que no la vas a dejar ahogarse.

How would you feel (if I told you I loved you?)Where stories live. Discover now