Venganza

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- ¿Carlos? ¿Kathya? Salgan de donde estén – dice riendo el enfermo

Se escuchan más balazos y Paula llora mientras tapa su boca para no hacer ruido. Un hombre se mueve y accidentalmente le tira el biberón a Matías, lo cual lo hace llorar. Mara toma el biberón, lo limpia con su blusa y se lo entrega rápidamente a su sobrino. Una chica le da un puñetazo al hombre por su imprudencia

- Vamos, ya sé que están ahí. Solo salgan, quiero... hablar, nada más – dice Henry

La señora Smith se acerca a la puerta y respira hondo. Pega su boca a la puerta para que su hijo la escuche sin la necesidad de abrir la puerta

- Cariño, tranquilo, no compliques las cosas – dice de manera dulce

- Mamá... no quiero herir a nadie. Solo quiero hablar con esos dos bastardos – responde Henry detrás de la puerta

- Nos estas poniendo en peligro a mí y a toda la gente inocente que está aquí

- Ellos no son inocentes. La sociedad no es inocente. Me han hecho menos y mi vida está arruinada. Se merecen esto y todo lo malo que exista

Se escuchan más disparos y todos se tiran al suelo. Unos quedan arriba de otros por la falta de espacio.

Mara se acerca a la puerta y habla

- Henry, no tienes por qué hacer esto. Déjanos ir, por favor

- ¿Quién carajos eres tú? – le responde

- Soy una persona que quiere ayudarte

- Ay, por favor – se burla - ¿acaso sabes cómo me siento? ¿has vivido todo lo que me sucedió? ¿conoces mi historia?

- No, pero estoy estudiando este tipo de cosas

- Podrás estudiar todo lo que quieras pero jamás me podrás comprender

- Eso lo sé, pero no significa que no pueda ayudarte

Henry no responde. Todos están nerviosos.

De repente, Henry balacea la manija de la puerta y la rompe. Mara se traga su miedo y sale pero cierra la puerta, aunque no sirve de nada porque no puede cerrarse con llave. Mira a Henry, un delgado pero alto hombre de unos 28 años, con la cara demacrada y ojeras pronunciadas. Está sosteniendo un arma y su ropa está intacta, no hay vómito ni sangre. Mara se acerca a él intentado que se aleje de la puerta. El hombre retrocede y la apunta con su arma

- ¿Qué quieres?

- Ayudarte – dice Mara

- No puedes

- Claro que sí, solo necesitas dejar a un lado ese resentimiento. Debes tener un objetivo en la vida y olvidarte de quienes te hacen daño

- No puedo hacer nada por esta maldita enfermedad

- No seas idiota, claro que puedes. Solo tienes que seguir con tus medicinas y ya. Te puedes curar

- No... no puedo...

Un hombre sale corriendo interrumpiendo a Henry, así que le dispara dos veces en la espalda, haciendo que el sujeto se desplome y muera. Mara comienza a temblar y no sabe qué hacer. Henry está furioso y le apunta a la cara.

- Despídete – dice Henry, pero sale Kathya y él baja el arma

- Hola, Hen – dice ella - ¿Podemos hablar?

- Eso es lo que siempre he querido pero solo te escondes

- Lo siento, solo que tenía miedo

- ¿Por qué no me apoyaste? - Henry comienza a llorar

- Temía que me contagiaras y no poder seguir con mi vida

- ¿Y por eso te fuiste con ese bastardo? – Henry está furioso – nunca te lo perdonaré

- ¿Qué puedo hacer para compensarlo? ¿volver contigo? - Kathya llora

- No... no sé

Henry toma su cabeza y hace gestos extraños, no sabe que quiere. Está caminando de un lado para otro tratando de pensar. Se escucha las sirenas de la policía acercarse

- Esto es todo, ha terminado, Henry – dice Kathya

- No, claro que no – le responde él y le dispara

Mara se tira al piso y Kathya recibe dos disparos en el hombro. Carlos sale de la enfermería y forcejea con Henry, quien está paralizado, así que es fácil quitarle el arma. Las personas salen corriendo y Mara se queda tirada. La policía entra y esposa a Henry.

Sacan a la gente del lugar y los atienden paramédicos que se encuentran fuera del cine. Algunos lloran y otros están inconscientes por todo el alboroto y las emociones fuertes que vivieron.

Al día siguiente, Mara está en la habitación de hospital de su madre, quien está internada porque la presión se le subió y los nervios estaban en su máximo esplendor; lo bueno es que está estabilizada. Su hija la cuida mientras lee el periódico: 'Hombre loco mata a persona en cine'. Sigue leyendo y se da cuenta de que Kathya no murió pero está hospitalizada y el pobre Henry está internado en un psiquiátrico. Mara se siente mal por la vida tan dura que está llevando el chico.

Por lo menos, ahora sabe que no se debe dejar a la gente cuando más la necesita y que no es bueno llevar bebés al cine porque su llanto te delata ante un maniático. 

El hombre enfermoWhere stories live. Discover now