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Muevo mi pie desesperadamente, con mis brazos cruzados arrecostada en el umbral de la cocina, observando a un relajado Drew tomar su café

-Sera posible que te puedes apurar- Le digo de mala gana

Él me mira con el ceño fruncido, alza la taza y da otro sorbo. Bufo con molestia y dando media vuelta camino a la salida de su apartamento

Antes de cruzar el umbral, me fijo en la hora

12horas

Lauren lleva doce horas desaparecida

No he sabido nada, amanecí en la cama de Drew con un gran dolor en todo el cuerpo. Ahora estoy esperando por él para ir a mi casa ya que por obvias razones ando sin auto y por completo a su merced

-Joder, Drew movedla!-le grito desde el pasillo ya con mi paciencia agotada. Se escucha el chirrido de la silla al ser arrastrada, el choque de la cerámica contra la mesa seguido de una maldición

- Ya voy, ya voy-Informa cuando lo veo dirigirse a fuera terminado de ponerse la camisa – Pesada - susurra pasando por mi lado dirigiéndose al ascensor .Abro la boca con indignación, voy a protestar cuando su móvil suena y sin dirigirme mirada alguna, contesta alejándose por las escaleras y dejándome sola en el pasillo

Perfecto

Sin muchas ganas de seguirlo, tamborileo nuevamente con mi pie y casi grito de alegría cuando las puertas del ascensor son abiertas. Entro sin esperar a Drew y marcando para bajar, me arrecuesto en el cristal y a cerrar los ojos las escenas de la noche anterior vienen a mi

Mi cuerpo esta pesado y los calmantes tomados ya no surgen efecto, un sollozo brota de mis labios y la preocupación de lo ocurrido se abalanzan sobre mí, mi labio tiembla al susurrar el nombre de mi mejor amiga. Doy lentas respiraciones y limpio los rastros de lágrimas, me giro al espejo y cierro los ojos ante la imagen reflejada

Las puertas son abiertas y salgo a paso lento, arrastrando mi propio peso, recojo mi cabello en una coleta despeinada y restriego mis manos por mi rostro

- Pudiste, al menos esperarme - Reprocha un Drew jadeante al pie de las escaleras. Le respondo con una fingida sonrisa y camino al parqueadero

Cierro los ojos sin ánimos de hablar, estoy cansada, cansada de todo física y mentalmente, creo que parare loca con tantas cosas, debería ir considerando el hecho de vivir entre cuatro paredes blancas, o cambiar mi nombre yéndome de aquí. Alguna salida habrá, o eso espero

-Hannah...oye, se que lo menos que quieres es hablarme pero...el matrimonio - Duda en seguir hablando pero como no tengo ganas de pronunciar palabra alguna el continua - Es en una semana, se que lo de Lauren te preocupa, a mi también a pesar de que no nos tratamos es tu amiga, y ya están con eso, tu padre me ha dicho que tienen toda la noche y parte de la mañana buscando la, buscando al responsable - resopla y prende el auto - Tal vez no te he dado últimamente la atención necesaria, Te amo y no tienes que dudar de ello, pronto nos casaremos y no me gusta que estés enfrentando esto tu sola, necesito que hables conmigo, cuenta conmigo, estoy aquí para ti - La voz se le corta en la última frase y mi corazón comienza a saltar- Pero que pases por lo que estas pasando no significa que abandonemos nuestros planes, una semana Hannah, una semana para nuestra boda y siquiera nos hemos sentado hablar de ello. Me preocupa, me preocupa todo lo que tenga que ver contigo y más si yo estoy en ello - Abro los ojos y me quedo viendo su perfil - Te necesito, necesito que volvamos a ser como antes - se gira a verme una vez que frena en el semáforo y toma mi manos entre las suyas- confía en mí, te necesito

No sé ni cómo respirar, solo parpadeo sin palabra alguna y admito que mi corazón se conmovió, se conmovió tanto que no retengo mas las lagrimas, comienzan a brotar una tras otra y escondo mi rostro entre mis manos, mi cuerpo se mueve al compás de mis sollozo. Drew arranca unos pocos metro y luego vuelve a frenar, escucho su puerta ser abierta y luego cerrada seguido de la mía, siento sus fuertes brazos a mí alrededor y comienza acariciar mi cabello, susurra palabras tranquilizadoras y cuando dejo de llorar seca mi rostro, me da un lento beso para luego abrazarme. No sé cuánto tiempo nos quedamos así, no sé en qué momento me dormí y en qué momento llegamos a la casa, sólo sé que cuando despierto estoy sobre uno de los sofá de la sala, cubierta con una fina manta, me dese perezco y levanto con torpeza siguiendo las voces que provienen de la sala continua

Sin Salida - #PE2018Where stories live. Discover now