CAP 3

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- No deberías de estar tan agobiada con aquella noticia - respondió Vania mientras arreglaba mi cabello - sólo has como si no existiera - mire a mi amiga por el espejo, quien terminaba de planchar mi cabello.

- No estoy agobiada - resople bajando la mirada - sólo que me atormenta su presencia - Mi mente era una maraña de pensamiento, tenía que dejar de lado todos los improperios que lanzaban mi cerebro contra Taehyung, lo único que lograría molestándolo era que su ego creciera y hasta podría idear un plan para borrarlo de la faz de la tierra, pero eso ya era demasiado.

Vania sabia que aunque lo ignorara el sacaría a relucir sus jodidas notas.

- Ya bajemos - dijo después de terminar de planchar mi cabello - tu madre te estará esperando - tras darme una última mirada, baje con Vania a mi lado, la acompañe hasta la puerta - recuerda, no intentes matarlo por más razones que te de - sonreí frente aquel comentario tan descabellado, pero aún así le haría caso.

- Cuídate - le di un último abrazo como despedida - ¡y usa protección! - le grité cuando la vi subir al auto de Mark, su habilidades de conquista podría desconcertar hasta a él más mujeriego de la ciudad, antes de que el auto arrancará Vania me saco el dedo medio por la ventanilla provocándome un ataque de risa antes de cerrar la puerta.

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La llegada de la familia Kim hizo acto de presencia en nuestra casa, mi madre se presentó con una sonrisa que adornaba su bello y aún joven rostro.

- Sabana - habló la señora Kim - gracias por invitarnos a cenar esta noche - Sin embargo sólo logre ver al chico nuevo a un costado de su madre, sin señales del susodicho que atormentaba mi existencia desde que apareció en el Instituto. Lo odio, por su culpa siempre quedó en segundo lugar.

Si, lose estoy un poco obsesionada con aquella lista.

- Tu debes de ser _____ - la señora Kim me saco del trance cuando agarró mis dos manos logrando que volviera a la realidad - es un placer conocerte - me limitó a sonreír dispuesta a responderle de la misma forma cuando el ingreso.

- Espero no llegar tardé- lo escuchó toser, para llamar la atención de mi madre y la señora Kim.

- Para nada - respondieron ambas soltando una pequeña risa por aquel incidente.

- Ellos son mis hijos - se acercó a ellos para presentarlos - Kim Tae Hyung y Park Ji Min -.

Los dos hicieron una reverencia, mientras mi madre seguía sonriendo, con un leve golpe llamo mi atención ~saluda~ susurro para que la pueda escuchar, me avergonze de tal manera que volví a imitar la misma acción que ellos hicieron hace instantes intentando aliviar mi sonrojo.

- Pasen al comedor por favor - señaló con la mano el Salón continuo - la cena esta servida - note los diferentes platos sobre la mesa, sin duda alguna mi madre se había esmerado bastante en dar una buena impresión.

La mirada de Taehyung me siguió hasta que logre cruzar el umbral de la cocina, me sentía una maldita presa propensa a ser desgarrada.

- Hija por favor - me suplico mi madre antes de salir - ten un comportamiento decente por esta noche - la incredulidad me embargo de pies a cabeza, el comportamiento que usualmente yo tenía para ella era lo menos decente, no era de esperarse que en algún momento volvería a recalcarme mis errores, pero esa era una de menos peores cosas que alguna vez llegue a escuchar salir de sus labios.

- No me lo tienes que recalcar - le di una de mis mejores sonrisas, para dejar de lado su comentario tan recíproco.

Mi madre se sentó al filo de la mesa mientras que yo tendría que compartir asiento con aquel invasor, ya que mi padre no tardaría en llegar del trabajo, para ocupar su habitual sitio.

- Taehyung - Mi madre llamó la atención del chico - ¿es cierto que también vas a la misma institución que mi hija? - el afirmó con la cabeza sin despegar la mirada del mantel que tan entretenido lo tenía en estos momentos.

- Es un chico de pocas palabras - quiso retractar su madre frente aquel comportamiento tan usual del castaño, la conversación tan entretenida que tenían mi madre y la señora Kim sobre nuestro futuro por así decirlo predestinado fue interrumpida por la aparición de mi padre.

- Querido - se levanto mi madre del asiento - que bueno que llegas - le agarró del brazo mientras este dejaba su maletín a un lado de la puerta - quería presentarte a la familia Kim - lo arrastro hasta el salón en donde nos encontrábamos.

- Un gusto - habló la señora Kim tendiéndole el brazo para estrechar las manos como lo hizo minutos atrás con mi madre.

- El gusto es mio - sonrío mi padre, estrechando la mano con los hermanos, aunque parezca cansado aún así su aura era positiva - ¿iban a cenar sin mi presencia? - le preguntó a mi madre después de haberse sentado, mi madre negó sonriendo al ver que yo me ponía de pie para saludar a mi padre.

Lo único que se escuchaba eran las conversaciones de los mayores, tome en cuenta que mi madre ya tenía un futuro planeado sobre mi vida y las vocaciones que tenía planeado hacerme estudiar desde que era pequeña, mi humor cambio completamente tras escuchar la última frase, "cumplirá sus sueños".

- Gracias, ya acabe - me levanté antes de siquiera escuchar la aprobación de mis padres, subí las escaleras para encerrarme en mi habitación dando un sonoro portazo.

Es tan difícil intentar ser la mejor para que tu madre te de la aprobación, pero nada de lo que hacia para ella estaba correcto, buscaba las cosas más mínimas para echármelas a la cara, era tan frustrante tener que lidiar con una madre muy poco comprensible y faltosa de afecto hacia su propia su hija.

THE MAGIC OF BEING US (Park Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora