Mi "yo" real.

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-Las manos quietas.- susurré a centímetros de Sandy, interfiriendo entre su espada y la cabeza de Honey, quien saltó hacia atrás, espantada.

-Mhhh, que interesante. ¿Qué te parece si cuento lo que se?- me amenazó Sandy. Espera...¿Qué sabía ella?

-¿Y que se supone que sabes?- la amenaze con mi daga.

-Para empezar se que no te llamas Amelie. Ese es tu segundo nombre.- una pedulante sonrisa se instaló en su rostro, mientras una gota de sudor caía sobre el mío.

*Si sabe eso...necesito silenciarla, antes que cuente mas.

-Veo que no me queda mas opción...- lentamente me desabroche la chaqueta, dejando ver el contenido total de ella.

Toda mi chaqueta estaba llena de bolsillos secretos, con todo tipo de cuchillos, cuchillas, de todas midas y formatos.

-¡Esta loca!- chillo Sandy, intentando protegerse.

-Mhhh, ¿Quieres comprovar hasta donde llega mi locura?- vocalize hacia Sandy, quién empalidecio de golpe.

-Mejor...¿Por que no nos dices tu verdadero nombre, Amelie?- ahora Sandy no sonaba tan segura, cosa no muy beneficiosa para mi.

*En cualquier momento, se le puede escapar algo. Si eso llega a pasar, todos mis esfuerzos se habrán ido a la mierda.*

-Creo que no vas a decir nada, ¿verdad?- jugué un poco con uno de los mas de 30 cuchillos que llevaba encima.

-¿Crees que no voy a contar nada, G?- a la primera letra de mi verdadero nombre, el cuchillo que descansaba en mi mano salió volando hacia Sandy. Le pasó rozando la cabeza, haciendole sangrar.

El cuchillo se clavó en un árbol, para desaparecer y reaparecer en mi cazadora de nuevo.

-¿Continuas tan segura, Sandy? Me conoces, esto es solo una advertencia.- sonreí tetricamente, tal y como dicen mis historiales clínicos.

*Si te fiajs en el hospital psiquiátrico de Nevada, te dirán que soy una obsesiva con los objetos afilados, peligrosa e inestable.*

-*Tonterías, tu no eres así*-

*Lo se, Voz, lo se*

-Como una cobar...- no logré terminar la frase, cuando sentí un objeto afilado pasar por mi lado.

*¿Me acaban de tirar una flecha? ¿Quien ha sido? ¡Miller!

-Eres una loca. Mi hermana me lo ha contado todo.- amenazó Killian Miller, hermano de Sandy, hijo de Marte.

-Ahora tengo dos molestias de las cuales librarme.- ya no me importaba la gente que estaba en el campamento, ni siquiera Nico.

*Nico...¿Que debe pensar de mi?*

-*Tu eres así. Si no te acepta, lo matas*-

*No lo quiero matar, a él. Ni a él, ni a nadie que le importe.*

-*Ni a él, ni a sus amigos.*-

-Vamos a bailar un poco, ¿te parece?- sonreí de forma maniática, mientras sacaba minipuñales con mis dedos.

-Marco yo.- Killian sacó una espasa de doble filo, extensión larga, un poco flexible...y todo eso con mirarla.

-Mhhh.- tiré los cuchillos a la vez, en todas las direcciones hacia donde Miller pudo haberse ido para esquivar el ataque frontal que pensaba que le daría.

Uno de mis cuchillos dio en su brazo, mientras la lanza que tenía (¿Cambio de arma?) desechaba mis puñales.

-*Eso del cambio de arma es malo*-

*Todavía no ha visto nada*

Moví mis dedos, solo mis dedos, y los puñales se levantaron del suelo.

-¡Cuidado! ¡Contola a los puñales con sus dedos!- le advirtió un hijo de Atenea, del Campamento Mestizo.

-Silencio.- uno de mis cuchillos rozó su pierna, sin hacer herida, pero hiriendolo por dentro  nada serio. En unoa minutos estará como nuevo.

Mis cuchillos iban de un lado a otro, en todas direcciones, pero sin herir ni matar, de momento.

-¡Baila, baila!- esto es divertido...¿por que lo dejé?

*Por que así terminé con la vida de mi...*

-*Olvidalo. Es pasado.*-

Estaba muy concentada en Killian, hasta que vi a alguien entre Killian y mis cuchillos.

-Quita Grace.- si, Jason Grace, mejor amigo de Nico, metido en medio.

-G...tu no eres así...no se quién eres, realmente.- tenía una cara de dolido...

*¿De verdad quiere conocerme? ¿Aceptarme así?*

-*Te están mintiendo. Nadie quiere a una loca psicópata a su lado.*

-Fuera, Grace.- pronuncie con molestia. No lo puedo herir, nunca me lo perdonará, Nico.

-¡¿Por que no me hieres, o me matas?!- Jason estaba desafiante, con una mirada obscurecida en mi.

-No...puedo. Algo me lo impide.- mi mente estaba totalmente nublada. No podía pensar con claridad.

-¿Que te impide matarnos, monstruo?- una hija de Demeter, del Campamento Mestizo, se alzó, con lianas en sus manos.

-A ti, nada.- lanze uno de mis cuchilloa hacia ella, pero Jackson apareció en mi camino.

El cuchillo detuvo su trayectoria y volvió a la fila protectora que había creado.

-G...- oi la voz de Hazel, hermanastra y unica família de Nico a parte de Hades viva, susurrar.

-Jason...Percy...Hazel...son queridos por Nico.- dedujo Annabeth con un brillo en sus ojos.

-Te mataría, pero algo no me deja hacerlo.- mis palabras salían rasgadas, con algunas risotasas de por medio.

-*Así es como eres, Ginebra. El cambiarte de nombre no ha servido de nada*-

*No. Yo soy Amelie Stephanie. Tú, voz asesina, TU ERES GINEBRA STEPHANIE.*

-*No piedes cambiar lo que eres, Gin. Una maquina de matar.*-

*¿Soy una maquina de matar? ¿Solo eso? ¿Solo existo para...matar?*

-*¿Que otro motivo tienes? Matar me produce una sensación de vida...*-

*A ti. Pero yo no soy tu. Yo soy...yo soy...soy...*

*Tu eres Amelie Stephanie, y estoy orgullosa que seas mi hija, Lie. No solo yo se que eres Amelie Stephanie, él también lo sabe. Nico Di Angelo lo sabe.*

Heat (Nico Di Angelo)Where stories live. Discover now