También nos imaginé eligiendo nombres, a Kwang hablándole a su pequeño hermano o a su pequeña hermana, defendiéndole de absolutamente todos tal y como lo hizo conmigo. Él sería el mejor hermano mayor del mundo.

Oí golpes provenientes del lugar donde Seung y Jung habían entrado, pero ni siquiera voltee a ver, solo protegí mi abdomen y cerré los ojos, hasta que escuché los pasos suaves de Young y alcé la mirada, encontrándome con ella cargando ropas en una de sus manos y una cubeta en la otra.

"¿Qué...?"

"Tienes nauseas ¿No? Has estado aguantando arcadas desde que llegué, así que si lo necesitas, puedes hacerlo aquí." Dejó la cubeta a mi lado, entregándome la ropa. "¿Eso está bien? ¿O deseas algo más para el frío?"

Negué suavemente, recibiendo las prendas y empezando a vestirme tan rápido como podía, aún mis extremidades no cedían, las sentía entumecidas por los largos minutos que pasé encogido ahí, hecho un ovillo, sin embargo, logré colocarme el pantalón y mis zapatillas, después poniéndome la remera y cubriendo bien mi vientre.

Mi bebé, me dije, nuestro pequeño bebé está aquí. Es nuestro, Jimin.

"Gracias." Sobé con mis puños mis ojos, apartando los restos de lágrimas secas que me impedían verla bien. Young era muy hermosa, y aunque me estaba tratando con tanto cuidado, recordaba muy bien el modo como le habló a Seung y me imaginé que ella tampoco era la perfecta omega a la que el mundo estaría acostumbrado.

"No agradezcas." Bufó, cruzándose de brazos y dándole una mirada a la habitación donde estaban Seung y Jung Soo, hacía ya un par de minutos que no se oía nada. "Es mi deber arreglar los desastres de Seung."

"¿Ustedes... Son...?"

"¿Hermanos?" Negó ligeramente con la cabeza. "Medios hermanos, supongo, mi madre se hizo la omega de su padre, así que no tenemos ni el mismo apellido. No hay lazo sanguíneo, si eso te preguntas." Bajé la mirada, ella no se veía muy contenta hablando de ello. "Por eso somos... Un tanto diferentes físicamente."

"Y por dentro también."

"Eso supongo." Noté su mirada triste antes de que ella me observara y acariciara mis cabellos de nuevo, peinándolos un poco. "Me encantaría dar ahora el discurso diciendo que él no siempre fue así o ese tipo de cosas, pero no puedo mentir, Seung siempre ha vivido a base de su propio beneficio. Eres la viva demostración de que no le interesa lo que sientan los demás."

"¡Con un carajo, Seung! ¡Deja de pensar como un estúpido psicópata!"

"¡Lárgate de aquí si no quieres que te destroce a golpes, Jung!"

Los fuertes gritos de ambos alfas nos sacaron de nuestra conversación a susurros, luego de eso vimos a Jung salir de la habitación, golpeando la puerta nuevamente al cerrarla, soltando un gruñido junto con una maldición, pasando sus manos por sus cabellos, tirando de estos con frustración. Young me miró, entonces me sonrió suavemente, al parecer intentando darme tranquilidad.

"¿Qué pretende?" Preguntó entonces la omega.

"Tu hermano es un imbécil ¿De acuerdo? Un completo animal." Sí, estábamos de acuerdo. "Está colérico, no me escucha, tuvimos una pelea en la que casi me golpea con un madero que encontró." Gruñó, dirigiendo su mirada a mí, intimidándome cuando se fue acercando, a paso acelerado. "¿Sabes qué quiere? ¡Golpearte! ¡Quiere matarte el puto hijo a golpes! ¡Eso quiere!"

Chillé. Un chillido agudo, asustado y extremadamente ruidoso, Young al instante se acercó a mí y acarició mi espalda, pero me bloquee por los segundos siguientes, no era como si no lo hubiera pensando, ni como si no considerara la mínima posibilidad, pero oír que deseaban matar a mi bebé con Jimin asustó tanto al omega en mi interior que no pensé, Young acercó la cubeta a mí y vomité en esta. Solté todo lo que no había soltado desde que se llevaron a Kwang.

The perfect omegaWhere stories live. Discover now