Capítulo 28

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"Es algo así." 

"Lo sé, pero piensa poco poco." 

"¿En qué?"

"¿La última gota tiene la culpa de que el vaso esté tan lleno?" 

Solté un largo suspiro, mirándola a los ojos. Chae tenía razón, Jimin no tenía la culpa de la cantidad de pensamientos que pasaba por mi cabeza, de mi baja autoestima o de mi creencia de que no merezco absolutamente nada, pero la realidad es que eso no tiene nada que ver, yo vi lo que vi, no lo imaginé y sinceramente ... No me ocurre una forma para justificar lo que sucedió. 

"Da igual, Chae". Me acomodé mejor en la cama, cerrando los ojos con fuerza. "Para este momento él ya está con Yoora revolcándose y jurándole amor eterno".

"Eh ... Sí, de hecho ..." 

"¿Qué pasa?" 

 "Él no se ha ido". 

"¿¡Lo dejaste entrar !?" 

 Grité, cubriéndome la boca después al recordar que mi pequeño estaba durmiendo a mi lado. Chae y yo lo vimos removerse hasta que se entregó de nuevo al sueño, sacándonos un suspiro de alivio, no me gusta que Kwang me vea llorar, amaba lo fuerte que era ante sus ojos. 

"No, no lo dejé entrar, tonto." 

"¿Entonces?"

"Está sentado en los escalones de afuera, o ahí lo dejé antes de venir a verte." 

"¿En serio?" Busqué la ventana de mi habitación y me sorprendí con lo que vi Había empezado a llover. "Bueno ... Para este momento, ya está, está lloviendo y no creo que quiera mojarse."

"No lo sé ¿Por qué no lo compruebas tú mismo?" A pesar de lo mucho que deseaba quedar en cama, tenía miedo de que él realmente no se hubiera ido y estuviera allí, sentado a los pies de nuestra puerta como un vagabundo abandonado. Me levanté de la cama y luego de mirar a Chae, asegurándome que se quede con Kwang, salí de mi habitación para dirigirme a la entrada, intentando hacer el menor ruido posible. 

"¿Cómo está él?" Me sorprendí al escucharlo en mi mano se colocó sobre la puerta. Asustándome, llevé mis dos manos a mi boca para cubrirla y no soltaré ningún chillido o ruido extraño. "¿Chae Rin? ¿Mi bebé está bien?"

Miré por la ventana al lado de la puerta y sigo lloviendo. ¿En serio estaba mojándose fuera de mi casa? 

"Mm" Iba a decir algo, aunque al final no lo hice, toqué con suavidad la madera de la puerta, suspirando profundamente. Él en serio estaba ahí. No había vuelto para estar con ella. 

"Eres tú ¿Verdad?" No respondí, no dije nada. "No puedo olerte, pero sé que estás ahí, amor, gracias por venir." Con cuidado, me sentí en el suelo, apoyándome en la puerta. Encogí mis piernas y apoyé mis brazos en mis rodillas, solo escuchándolo. "Sé que si lo quiero, ahora mismo puedo obligar a abrir la puerta, pero sabes que no voy a hacerlo". Asentí. "Sé que quizás no quieras verme y si esta puerta me permite que no te vayas, entonces que se quede ahí, es buena."

"Buena puerta". Murmuré, sabía que debido a sonido de las pilas golpear el piso de la calle, Jimin no me oiría igual.

"Realmente te amo, espero que Chae Rin te lo haya dicho porque eres lo que más amo en este mundo, Yoongi." Cerré los ojos, apoyando mi cabeza también contra la firme madera. "Yo no sabía que Yoora estaba en mi penthouse". Comenzó. Hice un gesto, queriendo levantarme solo al escuchar el nombre de aquella omega. "Te juro por el amor que te tengo que nada como parece". 

"Ella es bonita". Dije, cansándome de mi propio silencio. "Es hermosa y es ... Es mujer. A tu madre le gusta ella para ti ¿No? Es como ... Perfecta."

The perfect omegaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang