Capítulo 4.

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  Madre's POV.

  Ayer vi a Celia llegar a casa en un coche amarillo. Cada vez que pienso o veo un coche así me acuerdo de Jaime, dicen que sigue por aquí, que nunca se fue. ¿Es posible qué Celia haya encontrado a su hermano o qué el la haya encontrado a ella? ¿Se estarán viendo a escondidas? Cuando bajé hablaré con ella.

  Oí pasos en la escalera y me giré.

-Buenos días - dijo Celia - dile a papá que lleve él a Raúl, es que es muy lento.

  -Vale - estaba apunto de salir - Celia, espera...

  -Dime mamá.

  -Ayer te vi llegar con un chico en un coche.

  -Ah, lo siento por no avisarte de que iba a montarme en un coche, se me olvidó.

  -No pasa nada, no es por eso, ¿como se llama?

  -Jaime.

  -Como...

  -Sí, como mi hermano.

  -Y...

  -¿Y qué mamá? tengo prisa - se levantó con el pie izquierdo - me voy, adiós.

  Y se fue. Al cerrar la puerta se le cayó una tarjeta y la cogí.

Taller Esquender.

  Ponía en grande y debajo la calle, número, y debajo...

Encargado Jaime Parker.

  Me quedé helada, mi hijo, ese es mi hijo, tengo que hablar con él, tengo que verle, explicarle que todo fue un error y que vuelva a casa. No se como hacerlo.

  Cuando Celia y Raúl llegaron a casa, decidí ir. Cogí mi coche y me dirigí allí.

  Llegué.

  Le vi, y no pude hacer nada, sentía vergüenza e impotencia. Se dirigía hacia mi, hacia la puerta. Apresuré el paso hasta llegar al coche, lo cogí y arranqué. Mientras qué me iba vi como mi hijo me miraba, no sabía sí me había reconocido pero esperaba que no.

  Jaime's POV.

  ¿Mamá? Sí, era ella, ¿como me había encontrado? No se, quizás fue Celia o simplemente me encontró en la guía o le iba mal el coche y vino a este taller, o...mucho pensar, no se. Mientras que su coche se alejaba la seguí mirando con intención de que parase pero no lo hizo.

  Me metí en mi taller y seguí con el Ferrari que desgraciadamente no era mio, yo solo lo arreglaba. ¿Sabéis lo qué es tener la tentación a centímetros de ti? Es horrible. Vivo enamorado de los coches. Acabé cambiando las ruedas, y lo lavé para que brillara. Que belleza. Pasé la mano por el capó del coche como si lo acariciarse, ese rojo brillante no lo tienen todos los coches.

  -Algún día seras mio.

  Me dirigí hacia la puerta y subí a mi coche. Me fui a casa.

***

  Me estaba haciendo la cena, si eso se podía llamar cena, cuando sonó mi móvil. Un mensaje, de Celia.

  Celia: te puedo ver este viernes a las 5 en el parque?

  Jaime: claro, en el que nos conocimos?

  Celia: en el parque central.

  Jaime: pues eso, donde nos conocimos.

  Celia: ah sí, que despistada soy...

  Jaime: a las 5 allí.

  Celia: guay.

Amor de hermanos.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum