Capítulo 6: La llamada (Parte 1) (contiene Lemon)

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*Al día siguiente*

















- M-mnnn~ - el joven abre los ojos de forma perezosa y cansada. En un pequeño movimiento vago vio la hora que era. Las 10 de la mañana...El pequeño se quejó algo bajo, él no era de madrugar. Voltea su cuerpo al lado derecho y se encuentra con el mayor a su lado quien aún seguía durmiendo de forma tranquila.

- ... - sonríe al verle así. Le planta un beso en la mejilla de forma que no se despierte y sale de la habitación dejándolo descansar...le iba a preparar algo delicioso. El mayor ante el gesto solo se volteo al lado contrario para seguir durmiendo.

Pasados los minutos, el menor no volvió. El silencio se hacía notar en la habitación y el mayor lo sentía lo cual se removía gruñendo en la cama. Estiró su brazo tratando de abrazar al menor para calmarse pero al sentir solo la fría cama se levantó confundido, sentándose y viendo a su alrededor. Suspiró y pasó su mano por donde estaría su cara y se estira como animal al haber hibernado. Justo en ese momento, escuchó unos ruidos en la planta baja. Se sentó en el borde de la cama y se dirigió al baño. Tenía múltiples... "cosas" en su cuerpo, sin contar los arañazos del menor. Aunque estos le importaban mínimo.

- "Debo tomar un baño" – se dijo mentalmente entrando en la ducha y empezó a enjabonarse y enjuagarse – " Buscaré a Zalgo y después aniquilo a quien osó entrar a mi casa" - pensó ya acabando de limpiarse.

Al terminar, salió del vaporoso baño con una toalla en el cuello y otra rodeando su cintura. Simplemente agarró uno de sus múltiples ropajes que usa en toda ocasión, el chaleco y lo demás y se lo puso. Salió del cuarto para bajar las escaleras y después dirigirse a la cocina. Estaba sacando sus tentáculos cuando...un tarareo lo hizo despertar. La voz era familiar. Se asomó por la puerta y vio algo bastante bueno para la vista.

Zalgo estaba de espaldas al mayor, con un delantal para no mancharse ya que estaba cocinando algo que olía dulce. Pero algo llamaba bastante la atención del alto...No llevaba ropa interior. Simplemente estaba desnudo con esa vestimenta para cocinar. El de tez blanca sonríe divertido y lo sigue observando, quien el contrario aún no se dio cuenta de su presencia.

El menor va hacia un gabinete alto y estira el brazo poniéndose de puntillas. Peeero desgraciadamente no llegaba. El lugar era un tanto grande para el pequeño, tanto muebles como habitaciones.

- Ay, diablos... - maldice en un susurro por la diferencia de altura mientras su cola se mueve de forma exasperada.

El mayor sonrió malicioso y, silenciosamente, se acerca a él sin decirle nada. El menor no sintió nada hasta que de repente nota que lo elevan a la misma altura del gabinete sorprendiéndole. El mayor le tomó por desprevenido agarrándole de la cintura para que llegase hasta el mueble.

Zalgo volteó la mirada – ¡O-offender! Hehe-... y-ya despertaste – ríe algo nervioso causando que el otro ría por la reacción – G-gracias – toma lo que estaba buscando y lo deja sobre el mármol. El mayor lo baja hasta el suelo y le mira con diversión.

- ¿Sabes? Te ves muy... sensual – se acerca a él y le da una nalgada.

- Ahh~ - se queja – ¡Oye! No se toca – dice haciendo puchero.

- Pero en la noche si~ - le susurra ronco en el oído.

- Nnn~ - se sonroja – V-venga...s-siéntate en la silla, que preparé el desayuno – agacha un poco la cabeza vergonzoso.

El mayor ríe un poco – Ya pues - se dirige a la silla y se sienta apoyando sus brazos en la mesa viéndola.

El sonrojo del menor baja un poco de intensidad y empieza a montar la nata con chocolate.

Almas Enlazadas (Offenderman X Zalgo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora