When The Universe Born... (Gay)

Beso de Atardecer

Cerré los ojos mientras disfrutaba con calma el movimiento de los labios de Ethan sobre los míos, sin prisa, con delicadeza, llenos de calidez. Luego de unos perfectos minutos el se alejo con mucha delicadeza de mi, con la mirada baja salió del auto dejándome solo y sorprendido.

Me acomode en el asiento con un mar de emociones en mi, una mezcla entre miedo y emoción me llenaba, tal vez Ethan se enojo conmigo y por eso se bajo del auto ¿Debería ir a buscarlo? Me pregunte a mi mismo mientras veía los últimos rayos de luz desaparecer por el horizonte, decidí que lo correcto era bajarme y enfrentarlo si había tenido el valor de besarlo debía ser valiente y enfrentarme a él. Justo en el momento en que abrí la puerta del auto, Ethan volvió junto a mí.

– ¿A dónde vas? – dijo confundió mientras sostenía algo en su espalda.

–Yo...yo... a ninguna parte. – dije tímido mientras cerraba de nuevo la puerta, Ethan me miro por algunos segundos y luego soltó una pequeña sonrisa.

–Pequeño Aiden ¿Qué voy a hacer contigo? – dijo mientras ponía una de sus manos en mi mejilla y la acariciaba con cuidado.

Cerré los ojos de nuevo disfrutando del calor que la mano de Ethan me transmitía, el sol debería estar celoso porque este chico es más cálido que el.

–Necesito llevarte a casa. – dijo con una voz cálida mientras me miraba con sus ojos brillantes.

–Está bien. – dije en un susurro sin querer apartarme de él.

El separo su mano con lentitud de mi mejilla y volvió a encender el auto, salimos de la calle del taller mientras yo con mucha pesadez en mi voz le indicaba como llegar a mi casa, no estaba pensando en nada de lo que podría suceder en aquel momento, no pensaba en el posible sobresalto de Flor al ver que aun no llegaba, o que Joe me estuviera buscando en casa de Carrie o Carrie llamándome como loca o que mis padres ya estuvieran en casa. No en absoluto no pensaba en ninguna de esas cosas, solo podía concentrarme en lo hermoso que se veía Ethan conduciendo, en el sabor entre dulce y amargo de sus labios y en el brillo de sus ojos.

Llegamos a la calle de mi casa y cuando menos lo pensé le indique a Ethan que parara el auto, el freno en frente de mi casa y miro mis labios de nuevo.

–Aiden, yo no estoy acostumbrado a salir con personas menores que yo, y menos con niños ricos y mariquitos como tú. – dijo mientras se acerca a mi impidiéndome bajar del auto. –Pero hace un mes que no puedo parar de pensar en ti, en lo insistente y alegre que eres cada vez que llegas al taller por las tardes, en lo estúpido que eres algunas veces, pero en especial en los bonitos ojos que tienes. – completo mientras posaba sus labios sobre los míos una vez mas pero esta vez con más demanda, con pasión pero sin restarle ternura, sin pensarlo abrí un poco mis labios y la lengua de Ethan invadió el interior de mi boca acariciando la mía.

Aquello hiso a mi corazón latir a mil por segundo, eran experiencias totalmente nuevas para mi, nunca había imaginado que un beso podía quitar el aliento como ese beso lo había hecho conmigo. Ethan se alejo luego de unos minutos por la falta de oxigeno que se hiso presente entre ambos, le mire con los mejillas sonrojadas y los ojos un poco cristalizados.