Capítulo 4.

2.8K 158 30
                                    

Le tomó un momento a mi adrenalina apoderarse de mi y tomarlo de la mano para lanzarnos a correr.

* Dos horas antes *

-¿Esto de cruzarnos va a seguir así o estás siguiéndome?

Alcé la mirada volviendome a encontrar con esos malditos ojos azules, que ahora me miraban con gracia.

-No lo se, ¿va a seguir así o tú estás siguiéndome?- Dije con el afán de seguirle el juego.

Jamás me había imaginado como la clase de chica capaz de acostarse con un chico despreciable como Carver o coquetear con un completo extraño en una fiesta para mayores de edad.

Yo era tranquila, reservada, me gustaba la paz, seguridad y confort, pero me hallaba muy lejos de eso ahora, mejor dicho, me hallaba en el ojo de la tormenta.

-¿Te invito un trago?- Su mano se movió ágilmente hacia el barandal de la escalera.

Cada palabra que salía de su boca parecía estar en cámara lenta.

-¿Que no son gratis? - En el instante en que eso salió de mi boca me arrepentí.

Cinco minutos en una fiesta y ya demuestras que aquí no encajas.

Debió darse cuenta de mi vergüenza ya que se limitó a hacerme un gesto de que lo siguiera, y así hice.

Me preguntaba quien limpiaría todo luego de tan desastrosa fiesta, quiero decir, entendía porque las paredes no tenían cuadros y quitaban todo lo que pudiera romperse pero, ¿limpiar el desastre? Las paredes estaban manchadas con distintos tipos de fluidos, los suelos destilaban alcohol y la gente... La gente.

Pisé unos cuantos pies en el camino pero pude llegar junto al extraño sin nombre.

-¿Qué te pido?- Dijo con su rostro serio.

-Hum... ¿Cerveza?

Idiota Ade, idiota.

Obviamente el se pidió algo más fuerte, aunque no tenia en claro qué.

-¿Y cómo te llamas?

-Ade, ¿tú?

-Hale, ¿cuál es tu apellido?

-Prince, ¿esto es un cuestionario o...

No me dejó responder que me vi envuelta en otra pregunta.

-Storm, ¿cuántos años tienes?

Storm. Su apellido encajaba completamente con lo que su presencia me hacia sentir, una tormenta.

Antes de poder objetar, me vi respondiendo:

-Diecisiete, ¿tú?

Como dudando, tomó un sorbo de su cerveza.

-Diecinueve, y dime una última cosa, Ade Prince- El susurro de mi nombre en sus labios hizo que me estremeciera.- ¿Qué haces aquí?

-¿Co... Cómo dices?

-Lo que escuchaste, ¿qué haces aquí? Una chica como tú jamás andaría por un lugar como este sin un propósito.

-¿Una chica como yo?

Mi indignación subió a tal punto que di la vuelta, volviendo al lugar en el cual nos habiamos encontrado anteriormente.

Una mano se presionó contra mi muñeca impidiéndome continuar.

-Está bien, lo siento. Una chica como tú... Me refiero a...- Su labio se curvo como si estuviese pensando las palabras exactas.- Una chica hermosa, buena e inteligente. Quizás me equivoco, pero no pareces la clase de chica que se llena de alcohol y drogas y esta fiesta, bueno todos estan haciendo eso en este momento.

Era cierto. Yo no frecuentaba esos lugares, era la primer fiesta así a la que iba y probablemente la última.

-¿Entonces vienes aquí a drogarte y alcoholizarte?- Dije tirando de mi mano para que me soltase.

Una risa baja profirió de sus labios, tan baja que de no haber estado a escasos centímetros suyos no la hubiera escuchado.

-No, bueno quizás bebo un poco. ¿Me dejarás invitarte la bebida esta vez?

Me lo pensé un instante antes de responder.

Calix me había dicho que no me acercase a él y debería escucharle, todo en mi queria huír antes de mirarle una vez más y volver a perderme.

Pero a la mierda con Calix, si hubiese querido que me alejase me tendría que estar acompañando en este momento. Y como no veía ninguna cara conocida...

Miré al chico tormenta una vez más antes de responder.

-Bien, tu ganas.

Ocho vasos. No sabía que estaba bebiendo, pero iba ocho vasos y cada uno era más delicioso que él otro.

¿No deberías beber más despacio? Había dicho Hale luego de mi cuarto trago, yo había puesto un vaso en su mano en señal de que no me molestase.

Ahora todo estaba dando vueltas, veía doble o triple quizás. Apenas si podía agarrar mi vaso, que Hale había cambiado por agua.

-¿No te enseñaron que nunca se debe tocar el vaso de una señorita?- Objeté mirando el líquido transparente.

-Al parecer, recibí una pésima educación.- Dijo, su sonrisa hacia que sus ojos apenas se cerrasen.

Me tomé de la barra para ponerme de pie, la vista ya comenzaba a aclararse.

-CORRAN.- Gritó uno a lo lejos.- SÁLVESE QUIEN PUEDA.

-Mierda.- Susurró Hale poniéndose junto a mi.- Parece que hay que correr.

Me tendió una mano que observé con desconfianza.

-¿Qué está pasando?

-Primero corre, luego te explico.- Dijo con cierto apuro.

Pero en lugar de tomar esa mano aún tendida hacia mi, decidí cruzarme de brazos.

-Ahora.

Suspiró al tiempo en que se abría la puerta y unos hombres uniformados entraban a grandes pasos.

-Mierda.- Dije viendo a los policías caminar hacia nosotros.

-Te lo dije.- Las palabras salieron casi como un suspiro a mi lado.

-No se muevan.- Dijo un hombre apuntando su linterna hacia nosotros.

Nonononono. No pueden atraparme.

Estoy frita, estaría frita. Y algo me decía que Hale estaría igual de jodido que yo si nos atrapaban.

Su mano seguía tendida entonces... Era una locura.

Le tomó un momento a mi adrenalina apoderarse de mi y tomarlo de la mano para lanzarnos a correr.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Troublemaker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora