°[19]°

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El ruedo estaba a tope, todos los vikingos de la aldea habían venido a presenciar como el peor vikingo de todos se convertía en uno de verdad

Ósea yo

Jack y Astrid estaban conmigo, en la entrada esperando a que iniciara. Tenía un plan, pero no sabia si iba a funcionar y esperaba con todas mis fuerzas que si

― Tranquilo, estamos con tigo

Le sonreí a Jack, sabia que tenia algo, desde ayer en la noche estaba raro, sus ojos ya no brillaban igual que antes y sus sonrisas eran mas apagadas que de costumbre

Ya hablaría con el después, ahorita tenia que concentrarme en mi examen

― Bueno, otra vez puedo mostrar mi cara en público ― Oímos hablar a mi papa ― Si alguien me hubiera dicho que en unas pocas semanas Hiccup iba a pasar de ser... erm... Hiccup ― Fruncí el ceño, que buen chiste papa― Al ser el primero en el entrenamiento de dragones, ¡Lo hubiera atado a un mástil y lo hubiera echado al mar por temor a la demencia! ― Todos comenzaron a reír, escuche las risitas de Astrid atrás de mí y cuando voltee a verla solo se encogió de hombros

― Sabes que es cierto

Rodé los ojos y volví a mirar al frente

― Pero, aquí estamos. Y nadie esta mas sorprendido y mas orgulloso que yo ― Sentí como si me apretaran el pecho, respire hondo y baje la cabeza dejando escapar un gran suspiro

― Tercero ― Dijo Jack de repente

― ¿Qué?

― Es el tercer suspiro mas largo que has dado desde que te conozco ― Me sonrió― Se que estas nervioso Hic, pero sabes que tienes que hacerlo ― Mi padre seguía hablando, pero deje de ponerle atención, los ojos de Jack se veían tan tranquilos y pacíficos que me contagiaban de una manera que hasta la fecha no podía entender― Si no lo haces nadie sabrá cual maravillosos son los dragones, Chimuelo es tu mejor amigo, hazlo por el Hic, demuéstrales que los dragones no son tan malos como todos piensan que son

― Jack tiene razón Hiccup, ve y demuéstrales, solo ten cuidado con el dragón

Un nudo volvió a crecer en mi garganta

― No es el dragón lo que me preocupa ― Dije mientras veía como mi padre se sentaba en su silla

― ¿Qué vas a hacer?

― Ponerle fin a esto, debo intentarlo ― Voltee a ver a Astrid y luego a Jack, los dos estaban observándome preocupados ― Astrid, Jack, si algo sale mal, asegúrense de que no encuentren a Chimuelo ― Jack y Astrid se miraron, sonrieron y me voltearon a ver

― Lo haremos, solo, prométenos que nada saldrá mal

Iba responder, pero Bocon llego

― Hiccup, ya es hora. Impresiónalos

Entre con las manos hechas puños para que no temblaran, me puse el casco y me acerque a la armería, tome un escudo y una pequeña daga. Me arme de valor, no sabia que iba a pasar, podía morir y eso me aterraba y no quería morir aun, no después de que todo me estaba empezando a salir bien

Respire hondo y centre mi atención a la puerta. Segundos antes de que abrieran recordé las palabras de Jack, "Demuéstrales que los dragones no son tan malos como piensan que son". Si, tenia que convencerlos de eso

La puerta se abrió poco a poco y cuando ya nada la mantenía cerrada una gran pesadilla nocturna salió envuelta en llamas. Camino a través de toda la jaula que rodeaba el ruedo, disparo una vez y no supe si lastimo a alguien o no, estaba mas concentrado en no salir corriendo de ahí

Como entrenar a Jack Frost:  Amor en OtoñoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant