Las lágrimas de un Ángel

Capítulo 9

Capítulo 9

 

_ Espero que te guste._ le había dicho, al ver el asombro en el rostro de Nicholas.

_ Es hermoso… No debiste molestarte, Nella.

_ Era mi regalo por agradecimiento… Le pedí a mi abuela que me ayudara. Sé cuánto amas los caballos… Y…

_ ¿Y?_ le miró con curiosidad, mientras Antonella se ruborizaba.

_ Y quería que tuvieras algo de mí, antes de que regresaras de nuevo a Eton…

_ ¿Piensas que jamás regresaré?

_ Soy consciente que te estás convirtiendo en un hombre. Probablemente llegara el día en que te aburras de mí.

_ Nella, tienes once años… Pronto tú te convertirás en una hermosa señorita. Estarás rodeada por nobles y probablemente seas tú quien te aburras de mi amistad.

_ ¡Jamás! ¡Yo jamás me olvidaré de ti!..._ sus ojos le miraron con tanto ruego, temiendo realmente jamás volverlo a ver. Era una especie de presentimiento que había empezado a sentir al verlo convertirse en un hombre._ ¿Me prometes que regresaras? ¿Regresaras a Bath? ¿Me lo prometes, Nick? ¿Me prometes que jamás te olvidaras de mí y de nuestra amistad?

_ Te lo prometo…_ rozó su rostro, ignorando aquel sentimiento que crecía en el corazón de aquella niña hacia él. Conociendo perfectamente los suyos. Él había empezado a amar su compañía, rogando que al crecer ella pudiera verle con otros ojos. Los ojos del amor, aun sabiendo aquel sentimiento que albergaba el padre de ella por él_. Tengo un motivo de por qué hacerlo… Tú, Nella.

_ Esa mujer a quien odias tanto, es nada más y nada menos que…_ Virginia guardó silencio, mientras pensaba si lo decía o no. ¡Total! ¿Qué perdía? Lo miró aún más fijamente, sin importarle en absoluto nada_. Lady Antonella Campbell. La hija de William Campbell, marqués de Griffith. La hija del hijo deaquella agradable señora que una vez tu tío te presentó en Bath… Dios de una extraña razón ha hecho el milagro de traerla a éste lugar…

_ ¿Nella?

_ ¡Sí, tu “Nella”!…

_ ¡Mientes! ¡Su nombre es Caroline Swanson!_ expresó airado, hasta el instante en que una parte de él le prestó atención a aquellos ojos azules oscuros que antes le había mirado con miedo, sintiendo al fin  un fuerte golpe en su entraña.

_ ¿No se te hace extraño que tenga modales tan finos y no parezca en absoluto una institutriz? … ¿Acaso le has visto algunas facciones en su persona que indique que en verdad lo sea?... Yo pude percatarme de eso desde el principio. Callándolo hasta que fuese ella quien dijera por qué  ha mentido sobre quién realmente es. Y tú… Tú te has comportado tan poco amable. ¡Mira cómo te has comportado con ella!

   Antonella tomó sus cosas y se dispuso a marcharse de allí. Debía huir. Sí, eso era lo que debía hacer. Mientras ignoraba que él corría para detenerla.

_ ¡Nella, espera!..._ gritó mientras bajaba corriendo por las escaleras al verla acercarse hacia la puerta.

   Aquello la hizo detenerse de un golpe. Se sentía mareada, sintiendo un dolor en su corazón aún peor. Aquello no podía ser verdad…

_ ¡Nella, espera!

   Giró a verlo. Mirándolo al fin como el Nicholas que creía muerto.