- No, estoy bien

- Oh vamos, eres muy mala para mentir sé que estas nerviosa

- Está bien, lo estoy, pero por más que intento no puedo dejar de temblar

- No pienses en eso y listo

- Es fácil decirlo - alzo las cejas y tuerzo los labios

- Haz como en las películas inhala y exhala

- Eso no funciona, Evan

- Claro, que funciona solo hazlo - lo hago pero no hay mejora

- ¡No, funciona! - Digo ya cabreada por no poder quitarme estos estúpidos nervios

- ¿No ha funcionado? - Negó con la cabeza

- Ya se me pasara, mejor ya hay que irnos - me coloco el casco y me subo a la moto

- ¿Lista? - Asiento y él sonríe - Vámonos

Durante el recorrido hacia la preparatoria no pienso en nada, solo en la sensación del aire pegar contra mi cuerpo, el hecho de poder sentirse libre, libre de toda sensación que oscurezca tu alma, como si en este momento nada ni nadie pudiesen acabar con este momento de felicidad.

Evan aparca la moto en un gran estacionamiento abarrotado de diferentes tipos de autos, bajo de la moto y me quito el casco, Evan hace lo mismo pero él se gira hacia mí y arregla mi cabello, le sonrió en agradecimiento y el me guiña de manera sensual un ojo, sacudo la cabeza y me giro para admirar la gran construcción azul de dos plantas que se alza sobre mis ojos, recorro todo el campus y observo a chicos de distintos grados caminar por los extensos jardines de esta, algunos conversan animadamente, otros estudian, todo mundo parece estar en su pequeña burbuja alejados de todo y de todos.

- La preparatoria Levent, ¿eh? - Digo sorprendida

- Si, hermosa. Bienvenida a Levent

(...)

Zac

Una parte de mi quiere olvidarla, quiere sacarla de mi mente, de mi corazón y de mi alma para siempre, borrar todo aquello que me recuerde a ella, a sus labios, a su maravillosos ojos, pero la otra parte de mi sabe perfectamente que no podré olvidarla por más que quisiera, pues ella se apodero de mí, se metió tan dentro de mi corazón que sé que por más lejos que me vaya nunca la olvidare, nunca olvidare todo lo que pasamos juntos, todos los hermosos momentos en los planeábamos nuestro futuro juntos. Y se con certeza que siempre la amare aunque ahora ella me odie y no quiera saber más de mí. Ahora mi corazón este hundido en una profunda tristeza de solo pensar que probablemente ella ya no me ame.

- Hermano, ¿estás bien? - La voz de Max me saca de mis pensamientos

- Estoy bien, Max

- ¿Seguro? Hermano, en serio nos preocupas mucho, no te ves nada bien desde que ocurrió todo eso - la cólera sube rápidamente, cierro los ojos y respiro profundamente, pero ya no puedo controlarme mas

- ¡¿Y cómo quieres que me vea?! No puedo estar como si nada después de que el amor de mi vida se fue de mi lado, ¡Ella ahora me odia, Max! Y todo es por mi maldita culpa, yo jugué con ella, la traicione, ella se entregó a mi sin importarle nada ¿Y yo que hice? ¡La engañe y lo único que logre es que me odiara! Ahora dime Max, ¿cómo quieres que este? ¡Dímelo, carajo!

- ¡¿Qué mierda pasa aquí?! - Alex llega corriendo hacia nosotros y se interpone entre los dos

- Nada, solo estábamos hablando, ¿No es así Max? - Pregunto, siento que mi cabeza en cualquier momento va a explotar

- ¡Solo estamos preocupados por ti Zac! Eres como nuestro hermano, tenemos derecho a preocuparnos por ti - habla Max y su voz ahora me parece la más irritante del mundo, contrólate digo en voz baja

- Sé que se preocupan por mí y se los agradezco - respiro agitadamente e intento calmarme pero no lo logro - pero no es el momento para pedirme que cambie de semblante porque no podre, ¡La perdí!, perdí al motivo de mis días, ella se fue y ahora me odia, ¡Por eso no me pidan que este bien cuando claramente no puedo estarlo! - Grito ya sin poder controlarme más y caigo de rodillas al suelo, Max y Alex se quedan inmóviles dándome tiempo para calmarme pero después de un rato se hincan a lado mío y ponen sus manos sobre mis hombros.

- Hermano, sabemos que lo que paso con Daira es difícil, sabemos cuánto la amabas y sabemos perfectamente que tú nunca quisiste hacerle daño, sí, todo esto empezó como un juego pero poco a poco ella se fue haciendo muy importante no solo para ti, sino también para nosotros, fue la primer amiga que tuvimos, hablamos con ella de aquello que nos atormentaba y ella siempre tenía un consejo o un abrazo que darnos, a nosotros también nos duele el hecho de que ella se haya ido, pero por eso te pedimos que sigas adelante, no te pedimos que la olvides, eso nunca, pero sí que luches por ella y no te dejes vencer por la tristeza y el dolor

Alguien comienza a aplaudir sonoramente y nos giramos en su dirección, de solo verla la sangre me hierve

- ¡Bravo!, pero que emotivo discurso Alex, se me han escapado las lágrimas - hace ademan de limpiarse lágrimas falsas - también Daira era una persona tan especial para mí, la quería tanto, pero bueno si ella decidió irse lo único que nos queda es darle nuestros mejores deseos y que encuentre a alguien que si la quiera ¿No lo creen? Ahora Zac, mi amor, ya no tendrás que fingir el hecho de quererla y soportar el hecho de besar sus labios, ahora por fin estarás con una verdadera mujer, ahora por fin estaremos juntos, amor.

- Cállate, Ashley - dice Max con tono amenazante - Ahora lárgate de aquí si no quieres que yo mismo lo haga

- Oh vamos Max no seas así, yo también estoy aquí compartiendo su dolor, no me gusta ver sufrir a nadie

- ¡Eres una maldita mentirosa! Disfrutas tanto hacer sufrir a la gente, ¡Maldita víbora! - Grito y la rabia vuelve a aparecer

- Bien, me han atrapado - ríe sínicamente - Pero Zac, dime ¿No disfrutaste hacer sufrir a Daira? ¿No disfrutaste engañarla, haciéndole creer que la amabas? Chicos no vengan a decirme que la mala soy yo, cuando claramente todos ustedes lastimaron a la ingenua y estúpida de Daira

- ¡Cállate maldita zorra! - Me abalanzo sobre ella pero los chicos me toman con fuerza evitando que llegue a ella

- Piénsenlo bien chicos, y verán que aquí la mala no solamente soy yo.

La ApuestaWhere stories live. Discover now