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Y ahí estaba Finn, en la esquina de su habitación, con las manos echadas a la cabeza y llorando a mares.
Su padre estaba pegando a su madre y Finn lo único que podía hacer era quedarse allí para que su padre no le matase. Pero como era de esperar, se armó de valor y abrió la puerta, cogió un botellín de cristal y se lo estampó a su padre cuando no se dio cuenta.
Su madre comenzó a llorar y Finn miró les hematomas y todas las heridas que su padre la dejó.
Su madre llamó a una ambulancia y Finn salió corriendo hasta la casa de Jack.

-¡FINN! ¿QUE TE HA PASADO? ¿ESTAS BIEN? AY DIOS MIO, PASA CORRE-Dijo Jack alterado mientras abría la puerta.

Finn entró aún con lagrimas en los ojos y subieron a la habitación de Jack.

-A ver, respira y cuéntame que ha pasado-Dijo Jack con su dulce voz.
-Y-Yo..-Escupió por fin una palabra Finn.
-Tu ¿que?-

Finn le contó todo y volvió a llorar, le enseñó sus heridas de golpes anteriores de su padre y Jack le miró horrorizado.
Jack abrazó a Finn, y el último mencionado comenzó a llorar en el hombro del pequeño.
Jack acarició el pelo de Finn, y este se acerco excesivamente a la cara de el pequeño.
Hasta que al fin, el pequeño rompió la distancia de sus labios dandole un beso lento y tierno, y así repetidamente.
Cuando se separaron Jack pudo ver una gran sonrisa en el rostro de Finn, por fin se le veía feliz, esa sensación que su padre bloqueaba.

Infinito; Fack. | One shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora