Capitulo 8

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Mientras me acompañaba, compartíamos las ideas que teníamos sobre la misión que tendríamos mañana, donde seria, nuestro estilo de vida, y la misión; hasta que llegamos a la puerta de mi habitación, nos ponemos de frente, estoy cabizbaja mientras el no puede quitar la mirada en mi; es un poco incomodo así que levanto mi vista y el sonríe con una mueca.

—Bueno, me divertí mucho contigo, y también gracias por la cena— Poniendo mi pulgar en el identificador para que me dejara entrar.

—Me alegro que me gustara, ya que a mi me gusto que tuviéramos un momento a solas— se inclina hacia mi esperando mi reacción.

Entonces le doy un abrazo para esquivarlo—Bueno, nos vemos mañana— digo sonriente, abriendo mi puerta y sin antes ver su cara de sorpresa cerrándole en la cara.

Entonces me tapo la boca para evitar que me escuche reírme, no podia detenerme, esa sensación de poder manipularlo me satisface, se podría decir que esta mal lo que hice pero yo no me iba a rebajar solo por una cena. Mientras seguía sonriendo por lo deseoso que se veían sus acciones, otra vez me ha subestimado.

Al entrar al baño me quito la ropa para entrar a la ducha y limpiar mi cara del maquillaje para vestirme con mi pijama. Miro en mi teléfono fijo que tengo un mensaje de otra habitación, entonces mientras me hago una trenza aprieto el botón para escucharlo.

—Esta vez me la aplicaste muy bien _______, —suspiro—pero de ahora en adelante no será tan fácil librarte de mi—risa— que descanses bella dama, espero soñar contigo.

Eso por alguna extraña razón lo ultimo me hizo sonrojar, miro hacia al suelo tratando de ocultar mis cachetes colorados, dirigiéndome a buscar una maleta en mi habitación, afortunadamente encuentro una debajo de mi cama, es una maleta negra grande con ruedas, la pongo sobre la cama para llenarla con mi ropa, zapatos y pequeña bolsa de maquillaje, los libros y mi computadora lo guarde en una mochila.

Al terminar doy un largo suspiro y dejo la maleta en la entrada para ir a la cama y caer rendida, solo que al darme frío me acomodo debajo de las cobijas, fue cuando al volver a cerrar los ojos siento una presión sobre mi, entonces al tratar de moverme veo una mano sobre mi, entonces miro hacia un lado veo un bulto de cobija, como si alguien estuvieron ahí, entonces al poner mi mano sobre el, repentinamente pone su mano sobre mi boca para que no grite, y rápidamente se pone sobre mi tomando una almohada, tratando de ahógame con ella poniéndola en mi cara haciendo presión.

Aunque empiezo a perder fuerzas logro darle una patada para levantarme y inmediatamente mirar a mi alrededor... pero no aparece ni un alma, un silencio inunda la habitación sigo sin bajar la guardia, cuando entro a la sala escucho unos pasos entonces me detengo, y al darme la vuelta, esta una sombra negra apuntándome con una pistola.

—Que desperdicio—

Escucho antes de que apretara el gatillo y la bala atravesará mi craneo, sintiendo un inmenso dolor de cabeza pero de un segundo a otro deje de sentirlo, de respirar, de poder emitir algún sonido, esperando solo el golpe del suelo pero nunca aparece.

Solo puedo escuchar un gran trago de aire al levantarme, comenzando a toser, mi estomago empezó a gruñir y voy al baño y mi esófago empezó a sentirse acido, entonces vomito en la taza.

Al terminar, bajo la palanca y me siento en el suelo, un intenso dolor de cabeza golpeaba mi cabeza, con las poca energía que recupero solo me lavo la cara he ir al cuarto para tomar mis vitaminas diarias y cambiar mi ropa, después de unos minutos comencé a sentirme mejor sin embargo me preparo una taza de café para luego sentarme al sofa para poder meditar mejor mi sueño tan extraño, trataba de recordar cada olor y sensación que tuve, lamentablemente cada vez que volvía a repetir el sueño se me iban olvidando cosas, es algo que me frustraba, con lo que rápidamente voy por un cuaderno de mi mochila y comienzo a escribir corrigiendo cada suceso que recordara.

No deje el cuaderno desde entonces, hasta que tocaron unos golpes secos de nudillos a mi puerta, para cuando me di cuenta mi cafe ya estaba frío. Rápidamente guardo el cuaderno en mi maleta y abro la puerta, estaba un guardaespaldas de White sin mostrar alguna emoción en su cara.

—Buenos días señorita Olive, sere yo quien tenga el honer de escoltarla hasta el aeropuerto.

—Solo dime _______, —me quedo mirando a su credencial— Mike.

— Por favor acompáñeme, permítame cargar su maleta— dijo insistente tomando mi mochila—.

— Gracias Mike— respondo sonriendo.

Bajamos por las escaleras y al salir de la zona de los departamentos Mike me lleva a un lugar del cual nunca me había enterado de su existencia, nos topamos con una puerta de metal del cual tenia un código de seguridad, lo introduce luego muestra su credencial en el escáner y abre la puerta lentamente, al entrar se vuelve a cercar fue cuando supe que estábamos en un elevador, parece que subimos acompañados de un silencio incomodo hasta esperar que abrieran las puertas.

— Y usted debe llevar mucho tiempo trabajando para el señor White, verdad?— pregunto con inseguridad

— Exactamente 37 años, y no me arrepiento de nada— respondió sin dirigirme la mirada.

Mi agente secreto 2 (El olvido)Where stories live. Discover now