Hola batracias y guapísimas!!
Aquí les tengo la segunda temporada de Mi agente secreto disfrútenlo.
Después de tanto tiempo, ya no recuerdo la luz del sol, lo que era sentirse viva, a veces solo soy un alma rodando y obedeciendo como un perro sin u...
*Narra ______* Despierto con un ligero bostezo estirándome lo más que puedo en el asiento, tallando mis ojos para poder abrir los ojos, entonces noto que tengo algo en el cuello y noto que es una almohada, miro a Sebastian y seguía leyendo su libro.
—Ya casi vamos a aterrizar— comento Sebastian continuando de su lectura.
Para ser alguien muy pesado, es muy culto ya que ya casi terminaba su libro. Desabrocho mi cinturón para ir al baño a lavarme un poco la cara, y encontrarme con un señora que estaba esperando a entrar, no me vio pero su forma de vestir y el parado se me hizo conocido. No le comente nada, ni ella a mi, ya para cuando había salido ella del baño se me quedo mirando un poco extrañada, o como si también le pereciera familiar.
— Disculpa cariño, su apellido es Garcia? — dijo la señora de unos 38 años.
— No, mi apellido es Olive, ¿sucede algo?— respondí un poco insegura.
— Perdona me pareciste familiar, me disculpo, soy Miriam Felix actriz y maestra de actuación— me da una tarjeta de presentación y la guardo en mi pantalón— Estoy casi segura que nos hemos visto en alguna parte... bueno me retiro.
Le abro pase para permitirle el paso y yo poder entrar al baño fue demasiada extraña esa situación. Entonces me lavo la cara para poder mirarme en el espejo y tratar de arreglarme.
— Buenas tardes pasajeros, el personal les pedimos que vuelvan a sus asientos para poder aterrizar con toda seguridad, gracias por volar con nosotros— se escucho en las bocinas del avión.
Salgo del baño escuchando el aviso de aterrizaje, al acercarme a mi asiento miro a Sebastian con sus audífonos balanceando tratando de no cerrar los ojos tan pesados que tenia de estar despierto todo el viaje, entonces saco el celular de mi bolsillo y compruebo la hora, las 19:34 aterrizamos en Saint-Étienn; al tocar tierra nos permitieron tomar nuestras mochilas y pasar a recoger las maletas.
Al bajar del avión pude observar la puesta de sol tan hermosa con sus diferentes tonalidades, no dejaba de observarla con lo que le tome una fotografía con mi celular.
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Continue mi paso para recoger las maletas, atrás me seguía Sebastian adormilado con lo que me espero para tomar su mano para que no se me quedara dormido en el suelo. No pasaron muchas maletas después de las nuestras las tome y me las lleve arrastrando hasta la salida mientras me seguía el paso lento de Sebastian.
— Apúrate dormilón vas a hacer que nos dejen aquí— le regañe para que se acercara y tomara su maleta.
— Lo siento, no pude dormir en el avión, no me sentía muy cómodo como para tomar una siesta como tu— dijo tallándose un ojo— solo faltaba que roncaras — sonrió.
— Al menos pude recuperar energía, ya que nos falta mucho para Barcelona— arrastrando mi maleta de ruedas.
Al salir del aeropuerto, encontramos varios taxistas esperando afuera del taxi uno de ellos tenia un cartel con los apellidos Olive y Young, nos acercamos nos abrió la puerta trasera y metió las maletas al maletero, agradecí su atención.
— ¿Les fue bien en el viaje?— pregunto con gentileza.
— Si, solo que alguien no pudo dormir en el avión— contesto mirando a Sebastián que esta recargado en la ventana tratando de no dormir.
Al llegar al hotel Belle Etoile, el taxista bajo nuestras cosas y Sebastián ya no podia aguantar mucho más con lo que, me apresuro a preguntar a la recepcionista por alguna habitación a nuestro nombre.
—Buenas noches señorita, tendrá una habitación apartada a nombre de ______ Olive o Sebastian Young?— pregunte.
— Déjeme revisar, claro ustedes apartaron una suite solo por hoy si quiere agregar otro día solo notifique por el teléfono del hotel— se inclina debajo del escritorio para sacar una caja con varias tarjetas y saca una de color dorado para entregármela— llevaran sus maletas a su habitación disfruten su estadía.
La agradezco para acercarme a Sebastián y ya estaba dormido, sin más remedio paso su brazo por mi hombro para levantarlo pero es muy pesado con lo que pido prestado uno de los carritos de las maletas para colocar a Sebastián y llevarlo a la habitación, el botones ya estaba esperando en la puerta y creo que se estaba aguantando la risa de como nos vio.
Entro con las maletas y le pedi ayuda para cargar a Sebastian. Sin dudarlo cargo a Sebastian como una bolsa de patatas y acomodo las sabanas para que pueda recostarlo en a cama.
— Gracias por la ayuda, a veces puede ser muy difícil andar alrededor de el— dije rascándome le cabeza
— ¿Entonces por que se caso con el?— pregunta con interés.
Mis cachetes se calentaron al escuchar eso— No estamos casados— agitando mis manos ( nunca en esta vida) —somos compañeros en un viaje de negocios—
