23 | Haz el Amor, No la Guerra

Start from the beginning
                                    

"Perdón, bebé," dice en voz baja, mirándome como si alguien le acabara de robar su juguete favorito.

"Está bien," respondo, tratando de no reírme.

"¿Estarías dispuesta a que nos quedáramos en un hotel?"

Esta vez no puedo evitar reírme. Le doy un empujón en el brazo. Tiene una sola cosa en la mente ahora. No lo culpo. Ha pasado un tiempo desde que hemos estado juntos físicamente y la idea suena extremadamente atractiva. Pero la parte racional de mí sabe que no estamos aquí para eso.

Estoy por recordarle cuando dice, "Lo sé, lo sé. Sólo dame un minuto."

Aprieto mis labios para no reírme otra vez. Sé que puede ser más difícil para los hombres, y me siento mal por él.

"No estás ayudando," él gime, mirando hacia mi boca con anhelo.

"Me iré a bañar," sugiero, moviéndome para salirme de la cama. Necesito aclarar la cabeza antes que lo deje cambiar mi opinión sobre el hotel.

"No, no te vayas," Nico dice, jalándome de regreso. "Me comportaré, lo prometo."

Lo miro dudosamente, pero él parece haber cambiado su cerebro a otro modo. "Dime qué quieres hacer mientras estamos aquí," dice con un tono serio.

"Estoy bien con cualquier cosa."

Él frunce el ceño, sin gustarle mi respuesta. "Vamos, Olivia. Este es tu viaje también. Necesito saber."

Creo que no entiende que sólo con estar aquí es suficiente para mí, pero no quiero que lo malinterprete por indiferencia. "Bueno, si tuviera que escoger, diría que el Monumento a Lincoln, la piscina reflectante, y la Explanada Nacional. También mataría por un helado de Ben & Jerry's. Y si podemos parar por una farmacia estaría muy bien, mi mamá quería que le consiguiera unas vitaminas."

"¿Eso es todo?" Nico pregunta perplejo.

"Sí," respondo, sin entender su confusión. Ya le di una lista de cosas. ¿Qué más hay?

"¿No quieres ir de compras o hacer cualquier otra cosa de mujeres?"

"No sé cuales sean las otras cosas de mujeres, pero no particularmente."

"Te juro que eres tan fácil de complacer, Olivia. Casi no es justo," él dice, mirándome con asombro.

Encojo los hombros, realmente sin entender de qué está hablando. Él corre sus dedos por mi cabello, acomodándolo cuidadosamente detrás de mi oreja.

"Bueno, vete a bañar antes que me deje de importar quién diablos nos escuche."

De alguna manera consigo llegar al almuerzo sin estallar. Estamos sentados en una mesa cerrada en un café francés con Sofía y Adrián enfrente de nosotros. Es especialmente difícil ya que Nico está apretado contra mí y su mano está descansando sobre mi muslo. Me prometí que iba a hacer mi mejor esfuerzo en hablar hoy, y que me condenen si no lo hago.

"¿Entonces cómo se conocieron? Nunca nos dijiste, Nico," Sofía pregunta después de pedir la comida.

"En la universidad. Justo después que el ex de Olivia me golpeó en la cara," Nico explica, asombrándome que él diera esa información voluntariamente.

"Suena como una buena historia para contarle a tus nietos," Adrián se ríe.

"Sí, pensé en eso también," Nico dice, guiñándome el ojo. "En mi defensa, no sabía que él era su ex en ese momento, sólo un tipo que la estaba molestando," les explica.

"Así que obviamente tuviste que meterte," Adrián dice entretenido.

"Claro," Nico responde sonriendo.

Amando A OliviaWhere stories live. Discover now