❅ | 38 | ❅

54.9K 5.3K 2K
                                    

Giselle.


Papá y Sophie llegan tan solo unos cuantos minutos después de la partida de Chase, Wendy y Stefan. Ambos sostienen bolsas y no se me hace difícil leer el nombre «lasaña» que se encuentra escrito en una de ellas. No puedo evitar sonreír un poco al deducir que esa va a ser la cena de esta noche.

¡Me encanta la lasaña!

— ¿Necesitan ayuda? — Pregunto, dejando que el olor que desprende la comida aún guardada me abofetee de manera agradable.

— No. Estamos bien. — Sophie sonríe y no dudo en devolverle la sonrisa, tirándome sobre uno de los muebles de la sala — ¿Y Hannah?

— Está en una reunión en casa de Dove y Donovan. Yo me vine antes. Me sentía mal. — Respondo, encendiendo el televisor y colocando el canal que se ha convertido en mi más reciente obsesión: Investigation Discovery.

— ¿Esos chicos no se cansan de hacer "reuniones"? — Mi padre cuestiona, haciendo énfasis.

— A algunos les sobra el dinero — Sophie responde, encogiendo sus hombros — ¿Cómo estuvo el partido de hockey?

— Normal. — respondo, sin saber qué decir exactamente —. Los Yetis perdieron — añado al ver que mi respuesta no genera más conversación.

— Lo sabemos. Algunos en las calles estaban furiosos con el resultado final. Sin duda, esta no es nuestra temporada. — Papá comenta, tomando asiento a mi lado y colocando un brazo sobre mis hombros, atrayéndome hacia él — ¿Quién te trajo?

— Pues... Stefan — digo, y lo miro cautelosa.

— ¿Stefan? — Cuestiona a lo que yo asiento — ¿Por qué no te trajo Chase?

— Papá... — empiezo, haciendo una pequeña pausa —, lo que quise decir es que el auto en el que me vine es de Stefan, él conducía, pero obviamente Chase me acompañó.

— Claro — asiente, notándose extraño — ¿Cómo va todo entre ustedes?

— Papá... — Digo con advertencia, deduciendo el curso al que se irá la conversación.

— ¿Qué? No estoy haciendo nada malo — finge inocencia —. Aparte... me reprochaste que nunca estuve presente en tu vida, que no me preocupé por ti cuando tuviste tu primer novio así que... atente a las consecuencias — me guiña un ojo, juguetón, y sonrío ante eso, dispuesta a jugar su juego.

— Vamos bien — respondo su pregunta anterior —. Me respeta, es cariñoso, atento, amable... y un muy buen besador. — Sonrío ampliamente al decir lo último, siendo consciente del efecto deseado que tendrán mis palabras en papá.

— Bien. — Se coloca de pie, sonriendo un poco —. Ganaste esta. Bandera blanca.

No puedo evitar reír un poco ante sus palabras. Una sensación agradable se abre paso en mi pecho al ver que, poco a poco, mi relación con papá va mejorando hasta el punto de empezar a tratarnos con bromas y dejar aquella sofocante incomodidad que nos envolvía al principio. Quiero sanar todas estas heridas junto a él, y me gusta ver que lo estamos logrando. Aún falta mucho por recorrer, pero por algo se empieza; y Liam y yo vamos por buen camino.

— No te rías mucho, Giselle. En la próxima no tendrás mucha suerte. — Advierte, guiñándome un ojo.

Río un poco más antes de negar con la cabeza, pensando que mi padre es un caso perdido. Apago el televisor e informo que me voy a cambiar. Cuando obtengo respuesta, me coloco de pie y empiezo con mi camino hacia mi habitación para buscar algo más cómodo que usar.

Dulce Debilidad © Libro 1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora