Dejo salir el aliento y vuelvo a ver al frente; a Stefan para ser exacta, que no hace más que verme con burla.

— ¿Sabes? Cuando te vi por primera me diste la impresión de ser más lista, pero me equivoqué — toca su sien con su dedo índice —. Eres bien tonta, Giselle — sus palabras me sacan de balance. ¿Y a este chico qué le pasa? Quiero responderle, ponerlo en su sitio, pero en este momento no vale la pena, no cuando hay algo más importante.

Miro a Hannah, que se ve tan sorprendida como yo, y me concentro en sus ojos verdes.

¿Acaso Chase me ha mentido al decir que yo soy la única?

Algo en esta situación no me cuadra, y no puedo descubrir qué es.

Está claro que uno de los dos hermanos Lachowshi están mintiendo, y me pregunto a mí misma quién será, ¿acaso es Chase o Stefan?

— Giselle, ahí vienen — Gael notifica, dedicándome una larga mirada, y lo único que puedo hacer es ponerme recta en mi sitio.

Cuando los siento junto a mí, respiro profundo. Mi mirada cae de nuevo en Stefan, y siento un remolino de odio desatarse en mi interior cuando vuelve a sonreír con burla. Me mira con una cara que delata lo gracioso que es esto para él.

— Chicos, quiero presentarles a una amiga. Ella es Wendy Magnusson. Wendy, ella es Hannah y el idiota de ahí es Gael...

— ¿Qué tal? — Gael suelta con voz coqueta a lo que Hannah le da un golpe en la cabeza. El chico se queja y, si no fuera por mi estado tan tenso, me hubiera dado risa la situación.

— Hola, chicos, es un placer conocerlos — Wendy habla, sonando alegre y amable.

— Igual — responde Hannah con una sonrisa amable en su rostro.

— Y esta chica que está aquí — siento como la mano de Chase cae sobre la cima de mi cabeza con suavidad —, es Giselle.

Dejo salir el aliento y miro a Wendy. Ahora que la tengo cerca noto que es incluso más atractiva, con unos ojos verdes hermosos.

— Así que tú eres Giselle. — Dice, alzando una ceja y sonriendo un poco. Hay algo extraño en su tono de voz y me veo obligada a devolverle la sonrisa.

— Sí — Chase suspira, sin dejar de mirarme —, ella es Giselle. Te hablé de ella.

— La recuerdo — Wendy se ríe.

— Oye, Wen, pero cada día te pones más hermosa — Stefan interrumpe, llamando la atención de la pelirroja, colocándose de pie y acercándose a Wendy para abrazarla.

— Y tú cada vez más galán — Wendy ríe, abrazando a Stefan — Los extrañé muchísimo, chicos.

— ¿Magnusson? ¿De dónde eres Wendy? — Se interesa Gael, alzando una de sus ceja.

— Aléjate, niño. No está disponible. — Stefan habla, gruñendo un poco, sin embargo no deja de sonreír.

Wendy rueda los ojos divertida, tomando la mano de Chase  y luego la de Stefan.

— Europa — responde la pregunta de Gael, sin entrar en detalle.

— Debes estar agotada. — Stefan se aventura en decir, observando a la chica que agarra su mano.

— No tienes idea — Wendy suspira.

— Vamos a casa para que descanses entonces — Chase se apresura en decir, haciéndome fruncir el ceño.

Esperen… ¿Se quedaran en la misma casa?

Hannah y yo nos miramos, como si hubiésemos pensado lo mismo.

Dulce Debilidad © Libro 1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora