La vigesimotercera es la vencida

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—Bu-bueno... yo —Ranma tragó saliva y miró a Akane, temiendo que su prometida se enfadara y acabara golpeándolo por algo que ni siquiera era cierto, como siempre.

Akane apretó los dientes.

—Esta vez quizá sea distinto, ¿no? —comentó con rostro sombrío.

—Shampoo dudar —comentó la amazona más joven—. Ranma ser orgulloso guerrero, por eso Shampoo amar y admirar. Él nunca dejar vencer.

—¿Qué sabes tú de Ranma? —inquirió Akane de mal humor.

—Shampoo saber —dijo la china con coquetería—, Shampoo saber mucho...

—¡Tú, pequeña...! —Akane apretó los puños.

Ranma se puso de pie de golpe.

—Entonces, ¿está listo? El reto quedó estipulado, Mousse quiere hacerlo y yo acepto —dijo, cambiando de tema, mirando a la anciana—. Nos vemos mañana en la tarde.

—Así es —asintió Cologne—. Mañana a la tarde en el descampado de la esquina.

—Nos vemos —saludó Ranma y se dio la vuelta para marcharse.

Akane lo siguió, después de echar una mirada asesina a Shampoo y luego pasear la vista de Mousse a la anciana.

Cologne los observó irse y se rascó el mentón pensativa.

—Aquí hay gato encerrado, como suelen decir —comentó—. ¿No tienes nada que decir al respecto, Mousse?

Se giró hacia él, pero el muchacho ya no estaba. Cologne entrecerró los ojos con sospecha.

—Mousse ir a entrenar porque querer vencer a Ranma mañana —informó Shampoo sacando un esmalte de su bolsillo y comenzando a pintarse las uñas.

—Me parece bastante sospechoso todo esto, Shampoo, ¿no te parece igual? —inquirió cologne.

—No —respondió Shampoo levantando la mano para observar cómo había quedado su trabajo y después continuar con las demás uñas.

Su bisabuela soltó un suspiro resignado.

.

.

Eran exactamente las cuatro de la tarde cuando Ranma y Mousse se encontraron frente a frente en el descampado que estaba en la esquina del restaurante chino. Se miraron seriamente, entrecerrando los ojos, como si fueran un par de vaqueros del viejo oeste a punto de enfrentarse. Las cigarras del verano chillaban bajo el ardiente sol.

La anciana Cologne, encima de su bastón, ofició como el árbitro que validaría el encuentro. Había sucedido así muchas otras veces, veintidós para ser exactos, y siempre el encuentro terminaba con Mousse cayendo al suelo sin poder volver a levantarse después del segundo o tercer golpe de Ranma.

Cologne abrió la boca y tomó aire para comenzar el largo discurso introductorio de todas las veces:

—Esta será una pelea justa, de dos guerreros que medirán su valía recibiendo como premio justo por su desempeño el corazón de la mejor guerrera amazona que... bla, bla, bla, ya saben lo que sigue. Comiencen —dictaminó Cologne, aburrida y acalorada, y saltó sobre su bastón para ir bajo la sombra de un árbol junto con Shampoo y Akane, a observar la contienda.

Ranma y Mousse se miraron a los ojos una última vez y asintieron al mismo tiempo. Ambos dieron un salto, Ranma alargó una pierna para dar una patada alta, Mousse estiró su brazo, cubierto por la amplia manga de su túnica. Los guerreros se elevaron hacia el cielo, las espectadoras levantaron la cabeza, pero el sol las deslumbró y debieron cerrar los ojos y bajar la mirada.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Where stories live. Discover now