Capítulo 10

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Do i wanna know? - Arctic Monkeys

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Me encontraba sumamente frustrada.

Había mandado un sinfín de propuestas al departamento de: diseño de planos y arquitectura. Pero ninguno les gustaba. ¡Maldición! Y ya no sabía que más hacer, mi tío me había encargado personalmente a mí la publicidad y promoción de ese proyecto, lo cual sumaba mucho peso a la carga de mis hombros. Y ni hablar de la pésima semana que había tenido. Primero: mi padre me había llamado para decirme que quería verme, la idea de verlo me desagradó tanto y dejó un mal sabor en mi boca. Siempre que lo miraba, las heridas que con tanto esfuerzo suturaba, se abrían sin problema, dejándome más expuesta de lo que me gustaba. Pero en esa ocasión, no me había podido librar, pues tal encuentro se daría en una cena familiar, la cual sería en casa de mis tíos y eso me tranquilizaba en parte, los tendría cerca... sentiría su apoyo. Ese que había sido el único que durante aquellos duros años tuve, que me ayudó a salir de ese oscuro momento de mi vida.

Porque aun dolía, aun luego de tanto tiempo, aun sabiendo que mi madre se encontraba bien, si es que saberla en una clínica psiquiátrica, era buena forma de aludir a que estaba mejor. Aunque lo único que me tranquilizaba era saber que estaba lejos de todo aquello que la había hecho sufrir por tanto tiempo, que la había consumido poco a poco, hasta que por fin su esencia se marchitó y ya solo quedaba de ella la sombra de la mujer que era, lejos de la realidad y por concerniente lejos de mí, aunque eso ultimo era como un infierno. Así que, cuando toda aquella farsa concluyó, me encontraba exhausta, tanto mentalmente como físicamente. Lidiar con mi padre nunca había sido una tarea fácil, menos con todo el rencor que traía a cuestas. No podía simplemente escucharlo hablarme como si nada nunca hubiese pasado, como si no fuera por su culpa me hubiera quedado sin madre.

Contigo, nunca © [Pronto en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora