Capítulo 49

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Sonreía sin darse cuenta mientras preparaba algo para picar en lo que sus amigas llegaban. Nuevamente habían quedado para pasar un rato juntas e intentar ponerse al día. Y haciendo memoria desde su última reunión, la cual hacia ya bastante tiempo debido a no poder compaginar bien sus horarios, todo parecía haber dado un giro bastante destacable en los acontecimientos que la rodeaban. Bastante destacable, esperanzador y bonito. Porque su yo de aquel entonces no hubiese imaginado que Clarke se hubiese abierto tanto a ella, porque conociéndola como la conocía, sabía que esa noche encerradas en la galería había marcado un antes y un después, había sido un gran paso camuflado en aquella forma que había tenido de contarle sobre su bloqueo profesional, el tema de la tipa acosadora y sobre todo su "te echo de menos". Porque aquello había sido una confesión y de las buenas. De las que marcan pero sin un punto final, más bien con un punto y seguido. Un punto y seguido que dejaba abierta una nueva ventaba entre ambas.

-Niñas, cuidado –les advirtió desde la barra de la cocina al verlas saltar sobre el sofá –niñas –insistió cuando el timbre la sorprendió, sabiendo perfectamente que sería una de sus amigas.

Y sí, efectivamente. Octavia, la primera en llegar siempre. Como siempre. Ya se estaba imaginado la cara de Raven al verla llegar y encontrarse con que la morena nuevamente se le había adelantado, incluso su comentario acerca de que si era la mujer perfecta o algo así.

-¡Ricky! –Escuchó cómo Octavia elevaba la voz ya dentro del piso, observando cómo el pequeño corría con rapidez hacia donde estaban las pequeñas, uniéndose a su particular juego de saltar sobre el sofá. –Lo siento, no había manera de dejarlo con el padre –se justificó.

-Por favor Octavia, lo adoro –le contestó sonriente y con completa sinceridad –y las pequeñas más –dijo observando cómo al igual que las de ellas, las risas del pequeño comenzaban a resonar por cada resquicio de esas paredes.

-¿Cómo aguantas con las dos? –Le preguntó su amiga tras soltar un ligero suspiro. –Me está quitando años de vida, te lo digo de verdad –afirmó al ver como sonreía.

-No es para tanto –respondió encogiéndose de hombros ligeramente.

-Que no es para tanto –repitió su amiga clavando la mirada en el pequeño, el cual le había dado un golpe a la mesa pequeña del salón en su intento de cambiar de sofá. –Ricky por dios –le regañó de nuevo mientras se llevaba la mano a la frente.

El timbre volvió a sonar y ella directamente optó por dejar la puerta abierta, para no tener que volver a la entrada. La comodidad en persona sí, pero un viaje que se ahorraba. Un viaje que evitaba al saber con certeza que quien estaba por llegar era Raven. La amiga impuntual, eso era lo que decía Octavia, pero a ella en realidad aquel apelativo no la convencía del todo ya que con el paso de los años la castaña había ido puliendo ese punto bastante bien, y sabía que posiblemente lo hacía para fastidiar a Octavia en un intento de llegar alguna vez antes que ella, pero bueno, al menos lo intentaba y tenía un objetivo claro.

-Holi –escuchó la voz claramente de Raven antes de oír cómo la puerta se cerraba –espero que doña perfecta no se me haya adelantado –decía caminando por el corto pasillo –la leche, ¿cómo narices lo haces? –se quejó al ver a la morena sonriente sentada en uno de los taburetes de la barra. –Esto es imposible de verdad, menuda frustración –soltó con el ceño fruncido. –Se llama responsabilidad y ser puntual –dijo poniendo una voz graciosa, intentando imitar la voz de Octavia, quien la miraba con cara de pocos amigos. –Mira, aun falta para las nueve –señaló el reloj de la cocina sin apartar la mirada de la morena, quien la miraba con una pequeña sonrisita en los labios, sabiendo perfectamente lo que podría llegar a molestar eso a Raven.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora