CAPÍTULO 1 (CORREGIDO)

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Estos días no he hecho más que llenar papeleo para la universidad y reunir los documentos que me piden. Porque al parecer no es muy común recibir estudiantes de intercambio en el último año de mi carrera.

Bueno, la verdad no es lo único que he estado haciendo, también he estado buscando trabajo, ya que, si lo de la universidad se demora más de tres meses, mi Visa vencerá y deberé volver a Rusia, y no tengo planes de volver allí.

No importa que tan lejos este de Moscú, estando dentro de Rusia sé que ella me encontrara.

Entro al departamento quitándome mis zapatillas y dejo mi móvil en la pequeña mesa junto a la entrada. Solo que me detengo a observar aquella servilleta que ya llevaba un par de días allí.

— ROM... — Leo lo que está escrita en ella y suspiro pensándolo.

Aunque he estado viendo lugares para trabajar, ciertamente no me va particularmente bien en ellos. Asesoría, mesero, mecánico... Es un poco divertido como Ezzia tenía razon al decir que un hombre tan grande como yo es imposible de imaginar haciéndolo trabajos normales.

ROM, un club nocturno que no parece llenar el lugar, lo que significa que, si me dan el trabajo, tampoco es que deba hacer demasiado.

Dejo la servilleta donde estaba y decido ir a ducharme de una vez por todas sacando las cosas de mis bolsillos.

Nadie me dijo que iba a ser fácil empezar de cero. Mis padres estaban aterrados y no sabían que hacer para ayudarme, Boris solo sugirió que me mudara y el plan surgió, una semana después ya estaba al otro lado del mundo buscando por un departamento.

¿Estoy molesto al respecto? No, estoy decepcionado, después de todo yo iba a casarme con ella. Teníamos nuestra casa, nuestra vida completa planeada y ella... ella nunca me enseño su verdadero rostro.

Pero no lo hice solo por mí, mudarme fue una decisión tomada pensando en mi familia, en mis amigos... El moretón que estuvo semanas en el rostro de mi mejor amiga fue una tortura diaria de ver y un recordatorio constante de que no podía dejar que algo así ocurriera otra vez.

Alice había perdido la cabeza, su mascara de falsedad se había caído, y pude ver quien era realmente, una mujer obsesionada que haría lo necesario para tener lo que quería.

Solo debo darle algo de tiempo y si tengo suerte encontrara alguien más.

Salgo de la ducha más tarde de lo que pensé que haría y me alisto para irme de una vez por todas.

He visto el bar de lejos un par de veces, y créanme que no es un lugar al que me apetece entrar, me hace pensar en que debo mantener mi billetera cerca y mi trago vigilado si no quiero terminar en una bañera sin riñones.

La única razón por la que realmente estoy considerándolo es porque el tal Ryder dijo que la paga era buena y estaban desesperados por unas manos extras.

Espero que no haya sido literal.

Antes de comenzar a conducir no puedo evitar tomar mi móvil y escribirle a Ezzia.

Yo: Iré a ese bar, sino tengo el trabajo por lo menos podre beber un poco!

Su mensaje no tarda en llegar y sonrío al verlo.

Ez: Nunca es mal momento para beber vodka, aunque el americano no es tan bueno como el nuestro.

Ez: Por cierto, buena suerte!! Todo el mundo te extraña por aquí, aunque claro, ¡ALICE MÁS QUE NADIE! JAJAJAJA

Ruedo los ojos dejando el móvil a un lado y es que si mi mejor amiga se burla de mi situación, es momento de ignorarla.

La noche ya se había apoderado de la ciudad de grandes edificios y al llegar a la cuadra con el bar de mala muerte, no puedo evitar sorprenderme por el estacionamiento lleno a un costado y la gran fila de personas esperando por entrar.

Escapando del infierno (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora